CANCÚN, MX.- Organizaciones sociales y grupos no gubernamentales pedirán a los candidatos en Quintana Roo someterse a pruebas de honradez, confiabilidad y capacidad para ejercer el poder y mostrar públicamente que están capacitados moral, técnica y cívicamente para servir al estado, anunció Tulio Arroyo Marroquín.
Dijo que en esta entidad se han dado varios de los más sonados escándalos de venalidad y corrupción oficial del país; los casos Mario Villanueva Madrid, Joaquín Hendricks Díaz, Juan Ignacio García Zalvidea, Carlos Canabal y Gregorio Sánchez, “proporcionalmente equiparables a los de El Negro Durazo, Carlos y Raúl Salinas de Gortari, los hijos de Martha Sahagún y otros que llevaron al país a la ruina”.
Arroyo Marroquín dejó claro: “este movimiento está al margen de siglas políticas, tendencias, ideologías o líneas gubernamentales o empresariales; “buscamos expresamente que quienes aspiran a dirigir las instituciones públicas y a manejar los recursos oficiales demuestren las razones por las que consideran estar en aptitud de hacerlo”.
Tulio Arroyo, dirigente de la Asociación “Ombligo Verde”, que este año movilizó prácticamente a toda la sociedad civil en defensa del interés colectivo para abrogar un proyecto del ex alcalde Gregorio Sánchez, informó que está en contacto con grupos de la comunidad intelectual, artística, universitaria, de la gente pensante que apoya de esta iniciativa.
Es preciso que los aspirantes a cargos de elección popular, primero los más importantes, muestren públicamente su capacidad en pruebas que serán aplicadas por científicos, sicólogos, médicos, catedráticos universitarios y notables, nombrados a iniciativa de grupos convocados, que expresarán sus conclusiones como recomendaciones a partidos y sociedad civil.
Hace más de cuatro décadas que la gente de Quintana Roo -como en el resto del país– insiste en encontrar en sus gobernantes cualidades como: honestidad, competencia, integridad, capacidad de liderazgo y energía; comunicar esas cualidades a los electores significa para los candidatos mostrar carácter, credibilidad y dinamismo, agregó.
Actualmente los candidatos se ponen en manos de consultores de marketing político y estos diseñan campañas inspiradas en teorías de politólogos y teóricos de la práxis política que funcionan en Gran Bretaña, Francia o Estados Unidos, pero no en México, precisó Arroyo Marroquín.
“Así las campañas se reducen a guiones de promesas, enfrentamientos verbales, guerras de epítetos y descalificaciones; clichés prefabricados: mítines que no lo son, comilonas y festines anticipados; pero la gente, por lo menos como vemos hasta ahora, no conoce bien a bien qué ofrece cada candidato a la gente que lo encumbrará en el poder”.
“Y la verdad es que no queremos acabar con otro escándalo como sucedió con Mario Villanueva, Zalvidea o Greg Sánchez”, señaló Tulio quién adelantó que esta semana se dará a conocer la convocatoria respectiva. (Fuente: Milenio)
