CANCÚN, MX.- Los ocho presuntos integrantes del grupo delictivo “Los Pelones”, fueron presentados este jueves ante la rejilla prácticas del Juzgado Tercero Penal. En este sitio los ahora detenidos escucharon sus declaraciones ministeriales, en las cuales confesaron formar parte de una célula delictiva, que rinde cuentas a Edgar Valdés Villareal (a) “La Barbie”.

Ante la rejilla de declaraciones

CANCÚN, MX.- “El Diablo”, “El Profe” y “El Chaparro”, son los nombres a los que consideran los ocho sujetos detenidos el pasado martes, durante un cateo que realizaron las fuerzas del orden en una casa de seguridad, localizada en la Supermanzana 51, como los principales operadores de la célula de “Los Pelones”, en el estado.
El jueves a la 13:45 horas los presuntos integrantes de esta banda delictiva fueron trasladados a la rejilla de prácticas del Juzgado Primero Penal para la toma de su declaración preparatoria.
Los individuos fueron consignados por los delitos de ultrajes a la autoridad y portación de arma prohibida. A decir del personal del juzgado, si no hay elementos, y por lo flojo del expediente, en tres días estarían obteniendo su libertad bajo fianza, tan sólo pagando la cantidad de tres mil pesos.
La mayoría de ellos se reservó su derecho a declarar, otros ratificaron parcialmente su declaración que realizaron ante el Ministerio Público del Fuero Común (MPFC) y otros más anexaron alguna precisión en el expediente.
El secretario de acuerdos del juzgado leyó a los indiciados el delito por el cual están siendo acusados y encarcelados, también lo que manifestaron en sus declaraciones que realizaron ante el agente del MPFC.
Durante la lectura del expediente, las declaraciones coincidieron al señalar que fueron contratados por sujetos a los que les apodan “El Diablo”, “El Profe” y “El Chaparro”.
Se confirmó, lo que Novedades de Quintana Roo ya había publicado, que llegaba este grupo delictivo para “levantar” a “chapulines”, es decir, vendedores de droga independientes, además de advertirles de que si no vendían para ellos los ejecutarían.
Otra de las misiones era iniciar una “guerra” para acabar con los integrantes de “Los Zetas” en este destino turístico. Sólo esperaban órdenes de su jefe.
En el caso de Hipólito Dionicio García Castro, alias “El Negro”, fue contratado por “El Diablo” para trabajar como “halcón”, su función era vigilar a los que tiraban droga en el bar “La Cabaña”, por este trabajo le iban a pagar tres mil pesos semanales.
Cuando veían algún movimiento sospechoso afuera de alguno de los bares que le asignaban, tenían que reportárselo directamente a “El Diablo”.
Dentro de sus declaraciones señalaron que “El Diablo” se desplaza en una Suburban; “El Profe”, en una Nissan, Estaquitas. Al momento de ser contratados “El Diablo” les decía que pertenecían a la célula de “Los Pelones”, que siguen órdenes de “La Barbie” y que la misión es acabar con “Los Zetas”.
Los que salieron a la diligencia son: Samuel Silveira Peralta, de 25 años de edad, alias “El flaco”; Carlos Manuel Lagus Rosado, de 32, alias “El Loco”; Arturo Román Silva Solís, 30 años; Hipólito Dionicio García Castro, alias “El Negro”; Leonardo Martínez González, de 25 años, alias “El Flaco”; Lucas Martínez Montoya, de 40 años, alias “Lucas”; Raúl Vázquez Albor, de 26 años, alias “El Gordo” y Carlos Arturo Cepeda Torres, de 28 años, alias “Arthur”. (Fuente: SIPSE/Novedades de Quintana Roo)

Al final de la diligencia los ochos detenidos se negaron a ratificar sus declaraciones, se reservaron el derecho a declarar y solicitaron la ampliación del término correspondiente.
Se trata de Samuel Silveira Peralta (a) “El Flaco”, de 25 años de edad, originario de Chetumal, Carlos Manuel Lago Rosado (a) “El Chaparro” de 32 años de edad, originario de Quintana Roo; Arturo Román Silva Solís de 30 años de edad, originario de Durango, Hipólito Dionisio García Castro (a) “El Negro” originario de Cozumel, Leonardo Martínez González (a) “El Flaco” de 25 años de edad, originario de Durango; Lucas Martínez Montoya (a) “Lucas” de 40 años de edad, originario de Veracruz, Raúl Vázquez Albor (a) “El Gordo” de 26 años de edad, originario de Tabasco y Carlos Arturo Cepeda Torres (a) “Arthur” de 28 años de dad, originario de Veracruz.
La mayoría de los ahora detenidos, coincidieron en señalar que no tienen mucho tiempo de haber llegado a Cancún y que inicialmente les dijeron que vendrían a realizar trabajos de refrigeración y aire acondicionado.
Sin embargo, conforme iban ingresando a la casa donde fueron detenidos en la Supermanzana 51, un sujeto de apodo “El Chaparro”, les explicaba que trabajarían para “Los Pelones” e iban a dedicarse a ubicar y “levantar” “Zetas”, ya que era el grupo contrario a ellos.
Su labor sería como “Halcones” y por ello recibirían la cantidad de tres mil pesos semanales. De esta manera, una vez que entraron en funciones únicamente trabajaban a partir de las cinco de la tarde hasta la mañana del siguiente día, ya que durante el día se dedicaban a dormir y a comer.
Cabe mencionar que fuentes al interior del juzgado revelaron que es muy probable que los ahora detenidos salgan libres, debido a que se encuentran detenidos por delitos simples, como portación de arma prohibida (cuchillo) y ultrajes a la autoridad, ambos con derecho a fianza.
Sin embargo, esto podría ser contrarrestado si la Procuraduría General de la República (PGR) los consigna por el delito de delincuencia organizada y violación a la Ley de Armas de Uso Exclusivo del Ejército, esto derivado de la granada y pistola que fueron encontradas en el interior del domicilio donde fueron detenidos y de lo cual la Procuraduría de Justicia dio vista a la dependencia federal.
La diligencia
La diligencia dio inicio alrededor de las 15:00 horas de ayer y uno a uno los presuntos sicarios fueron llamados a la rejilla de prácticas, donde inicialmente se les pidió sus nombres y edades.
Entre los principales líderes del grupo fue identificado Carlos Manuel Lago Rosado (a) “El Chaparro” quien tras ser llamado a comparecer, escuchó su declaración ministerial, en la cual explicó que él era el encargado de comprar comida a sus cómplices y además de rendirle cuentas a un sujeto apodado “El Profe”.
Asimismo, se encargaba de enviar a “Los Halcones” a vigilar diferentes bares de la ciudad, para ubicar a los “tiradores” de los “Zetas” y así después “levantarlos”.
Sobre “El Profe” explicó que era uno de los jefes y que constantemente le decía que todos ellos trabajaban para Edgar Valdés Villareal (a) “La Barbie”, y que su misión era acabar con “Los Zetas” y recuperar la plaza.
En esta declaración “El Chaparro”, mencionó también que por arriba de “El Profe” se encontraba un sujeto conocido como “El Diablo” del cual sabía tenía su residencia en Playa del Carmen, y que éste se movía en una camioneta tipo Suburban, color negro.
Este último individuo acudía todos los lunes y jueves ha realizar el pago de la nómina de los demás integrantes de la célula.
Tras concluir esta declaración, fue llamado a comparecer Hipólito Dionisio García Castro (a) “El Negro” originario de Cozumel a quien también le fue leída su declaración en la que confesó haber llegado a Cancún hace pocos días, esto después de recibir una llamada de un amigo, el cual lo invitó a trabajar como “Halcón”, y que por ello recibiría un pago de tres mil pesos semanales.
De esta manera, el pasado 18 de junio hizo su arribo a la terminal de autobuses de esta ciudad, donde fue recogido por “El Chaparro”, para trasladarlo a la casa de la Supermanzana 51.
Explicó, que al ingresar al domicilio observó a siete hombres más de los que después supo serían sus compañeros de trabajo.
De esta manera, a escasos dos días de haberse integrado su primera misión fue trabajar como “Halcón”, a las afueras del bar “La Cabaña” donde su única labor sería ubicar a los “tiradores” de droga y rendir informes a su jefe directo.
Finalmente, otra de las declaraciones que más llamó la atención fue la de Arturo Román Silva Solís, de 30 años de edad, originario de Durango, quien narró que fue el pasado 18 de junio cuando llegó a este destino turístico, después ser contactado por una persona, la cual le explicó que realizaría trabajos de aire acondicionado y refrigeración y que el pago sería bueno.
Fue entonces, que debido a que en esos días no contaba con trabajo aceptó y al llegar Cancún, fue trasladado a la misma casa de la Supermanzana 51.
En este sitio observó a los demás sujetos e identificó a “El Chaparro”, como el líder del grupo, pues era el encargado de comprar la comida.
Tres días después de haberse instalado en la casa, “El Chaparro”, les dio a conocer que trabajarían para “Los Pelones” y que su trabajo iba a consistir en “levantar” “Chapulines” tiradores de droga.
Dijo también, que sólo estaban en espera de la orden para comenzar a “levantar”, pero esta ya no llegó debido a que fueron detenidos por la policía. (Fuente: Por Esto! de Quintana Roo)

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