CANCÚN, MX.- Militantes priístas señalaron que al interior del partido prevalece una serie de reclamos y de acusaciones por la derrota que recibieron en la jornada electoral, y en donde lo más penoso es que a pesar que en el PRD había un tremendo desorden, previo a la elección, obtuvieron un triunfo y ganaron la alcaldía en Benito Juárez frente a las narices de los priístas.

Sigue sin dar la cara Guadalupe Novelo

CANCÚN, MX.- Sin aparecer continúa la candidata por la coalición Quintana Roo Avanza, a la presidencia municipal de Benito Juárez, Guadalupe Novelo Espadas, para conocer su postura sobre el segundo revés de manera consecutiva que tiene su partido político en las jornadas electorales. Tampoco ha podido ser localizado el líder del PRI en Benito Juárez, Martín Loría, cuyas oficinas se encuentran como un “pueblo fantasma”.
De manera sorpresiva, la profesora Guadalupe Novelo Espadas ha “desaparecido” de la escena pública y la última vez que se le vio fue en una conferencia de prensa en donde estuvo el hoy gobernador electo, Roberto Borge Angulo, misma que fue organizada por el delegado del CEN del PRI en la entidad, Carlos Sobrino Sierra.
Dicha conferencia de prensa se efectuó en el salón Caporales del hotel Radisson, en la que Novelo Espadas aseguró “a los cuatro vientos”, pero sin tener la certeza aún, que su triunfo era irreversible, es decir, seguro de que el PRI había recuperado la presidencia municipal de Benito Juárez.
Sin embargo, esto no era cierto y todo se trató de un teatro montado por el delegado del CEN del PRI, porque éste no quería admitir su derrota y engañó a la profesora Guadalupe Novelo, quien confiada hasta mandó a organizar un “megafestejo” en la explanada del PRI municipal.
Al cabo de los minutos y que los resultados preliminares comenzaron a fluir, la realidad se hizo presente, es decir, que al igual que su antecesor en la candidatura (en las pasadas contiendas electorales que fue Víctor Viveros Salazar), había perdido la elección y ahora, en manos de Julián Ricalde Magaña, de la coalición Todos por Quintana Roo.
Desde esos momentos la fiesta se suspendió y la profesora Guadalupe Novelo Espadas ha desaparecido de la escena pública al igual que el dirigente municipal del PRI, Martín Loría, a quienes se les ha buscado por todos los lados posibles y no ha sido posible su localización.
De hecho, la sede del PRI parecen oficinas fantasmas y el edificio de lo que fue la casa de campaña de Novelo Espadas, sólo tiene los colores y algunos espectaculares como recuerdos.
Es importante señalar que incluso se ha insistido en localizar a la gente que le manejó su campaña y que era el enlace con los medios de comunicación, pero tampoco contestan sus teléfonos. (Fuente: Por Esto! de Quintana Roo)

Lo penoso es que hora se recriminan qué fue lo que pasó con los apoyos económicos y en dónde quedó el presupuesto de la campaña, pues son miles de pesos que no se han justificado y muchos priístas esperan el pago que les prometieron y nadie da la cara.
Mientras tanto en la dirigencia municipal del PRI se ocultan y no hay respuesta a la derrota.
Enmarcados en la irresponsabilidad por haberse desentendido y despreocupado de sus obligaciones partidistas, se encuentran Martín Loría, dirigente municipal del PRI y Concepción Fajardo, secretaria del comité directivo municipal, ambos “líderes” locales que nunca lograron coordinar y unir a los priístas y se dejaron llevar por sus intereses. Lo cual se multiplicó entre la militancia, porque cada quien se subdividió en grupitos y grupúsculos encerrados en sus retorcidas ideas para repartirse lo que ingresaba para la campaña ya sea en especie y más aún en efectivo.
De ahí el marcado y negativo resultado y que dejan a un partido fracturado. Y con militantes dolidos, divididos y separados por la humillación que les propinaron cuando el escenario estaba más que a su favor, debido a los serios conflictos internos que padeció el Partido de la Revolución Democrática (PRD) y que pese a ello lograron conservar la calma y obtener el triunfo electoral.
El resultado es un PRI, maltrecho, herido y lastimado en su orgullo, porque una vez más los graves y tremendos errores de mirar a su compañero militante como parte de su equipo, muchos lo hicieron por arriba del hombro, apartando una y otra vez el concepto de unidad y que derivó en una distanciamiento interno.
De ahí que la militancia priísta, señale ahora, “esta es una lección más como las que se han presentado anteriormente y en donde en lugar de aprender, nos sumamos más para contribuir a la derrota y por eso una vez más nos arrebataron el municipio”.
Los priístas convencidos y con años de militancia, con la condición del anonimato, dijeron que, siempre hubo reportes del mal comportamiento de la dirigencia municipal y su cargado número de asesores, pero la ahora ex candidata Guadalupe Novelo Espadas, nunca oyó, ni vio, y tampoco sintió el reclamo, estaba ensimismada y con la creencia irreal de esperar que todo se resolviera con la votación a su favor.
Señalaron que “aunado a ese comportamiento”, los supuestos “operadores políticos” que mal manejaron la candidatura, sólo se dedicaron a acaparar los apoyos tanto en especie como en efectivo, porque se dividieron todo y nunca se preocuparon en distribuir de forma equitativa y equilibrada lo que se había aportado para la campaña.
Entre los priístas quedó establecido otro tipo de reclamos, y que deriva en una sola pregunta, “quién nos va a pagar”.
Y es con la penosa y marcada derrota de Guadalupe Novelo Espadas como candidata a la presidencia municipal Benito Juárez, surgen los airados reclamos en donde decenas de colaboradores en la “maquinaria electoral” del Partido Revolucionario Institucional (PRI), no recibieron el pago por el que fueron convocados a participar.
Los pagos pendientes que les fueron ofrecidos van de los mil a los mil 500 pesos, en los diversos distritos electorales, pero con la derrota de los priístas, no hay ninguno que se atreva a darles la cara.
Y mucho menos en las oficinas del Comité Directivo municipal del PRI, reflejo de la derrota y que se encuentra inactiva, sin sus dirigentes, con un gran vacío, tal y como dejaron al partido, Martín Loría y Concepción Fajardo, “líderes” municipales de los priístas. (Fuente: Por Esto! de Quintana Roo)

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