CANCÚN, MX.- Al pederasta de Cancún, Jean Succar Kuri, le han acondicionado una “suite de lujo” dentro de la Cárcel Municipal donde goza de privilegios, visitas a cualquier hora del día, su esposa e hijos entran sin revisiones como “Juan por su casa” y le autorizan diligencias fuera de Cancún, que se convierten en tours turísticos para el estadounidense de origen libanés, según el diario Quequi que este lunes publica fotos de una reunión familiar en el penal.


De acuerdo con el artículo del diario, el llamado “Demonio del Edén” “hace gala de su poder económico para corromper autoridades y da muestras de las razones por las que pidió ser traído a la cárcel de Cancún donde vive como rey”.
Acostumbrados a contar con lujos, sirvientes y propiedades en varias entidades del país y en el extranjero, el presunto pederasta también llamado por sus víctimas “El Jhony”, paga protección y privilegios en el penal de Cancún de donde podría fugarse fácilmente.
Como antecedente, a Succar Kuri se le señala como el principal promotor del motín en la cárcel de Cancún donde hubieron dos muertos y más de 100 reos fugados el pasado 8 de diciembre de 2006.
Surcar Kuri, quien puso en venta más de 20 cuartos del hotel Solymar donde hacía sus orgi-fiestas con menores de edad, anda en busca de un abogado que lo defienda de sus depravaciones con menores y en las que embarró a varios políticos locales y nacionales.
De paseo por Isla Mujeres
En tanto se venden sus propiedades, el presunto depravado sexual continúa con sus privilegios, ya que con el pretexto de diligencias jurídicas ha hecho su “tour” por los principales destinos turísticos, tanto de México como en Estados Unidos.
Entre sus últimos deseos o peticiones está el de llevarse a cabo un “paseo” por Isla Mujeres, donde fueron programadas nuevas diligencias con funcionarios de la Subprocuraduría General de Justicia, bajo el argumento del juez tercero de lo Penal tiene saturada su agenda.
Cabe hacer mención que ninguna de las presuntas agraviadas y abogados de Succar Kuri acuden a los careos programados en todos los juzgados, tanto de fueron común como del fuero federal, donde están regados sus expedientes de pederastia, pornografía infantil y violación, bajo el argumentó de que el violador no tiene dinero para cubrir los honorarios, pues todo lo que tiene lo ocupa para pagar su protección en la cárcel de Cancún.
Al estadounidense de origen libanés, le han acondicionado una “suite” de lujo dentro del penal, le permiten las visitas a cualquier hora del día, su esposa e hijos pasan sin ser revisados como “Juan por su Casa”.
Con la protección de políticos de alta esfera y de los tres poderes de Gobierno, desde la Cámara de Diputados hasta funcionarios municipales de la Cárcel de Cancún que lo han pasea en avión por el estado de Toluca y este destino turístico.
En tanto, las procuradurías General de la República (PGR) y General de Justicia del Estado de Quintana Roo (PGJE) mantienen abiertas más de 10 averiguaciones previas que refuerzan la hipótesis de que el estadounidense Jean Succar Kuri integraba una organización de prostitución y pornografía infantil que operaba desde Cancún, con ramificaciones en otras entidades.
Dichas indagatorias comenzaron a integrarse desde junio del 2006 y están basadas en los relatos de dos hermanas menores de edad, Edith Lorena Encalada Cetina y Katia, quienes aseguraron que visitaban la villa de Kuri en el condominio Solymar ubicado en la Zona Hotelera, siguiendo el esquema de las niñas que eran congregadas por el presunto pederasta: menores provenientes de familias desintegradas y de bajos recursos económicos.
Amigos poderosos
El llamado “pederasta de Cancún”, Jean Succar Kuri, fue detenido en la ciudad estadounidense de Chandler, Arizona, luego de haber sido sacado de este destino turístico por un agente de la Policía Federal de Caminos, quien le brindó protección luego de haber sido alertado por un ex funcionario de la Subprocuraduría General de Justicia del Estado que laboró también como presidente de la Barra de Abogados.
El reo enfrenta cargos por lavado de dinero y pornografía infantil, en un caso que ha rozado a la clase política de este estado. De entrada, Alejandro Góngora Vera -antes dueño de un prestigio social y político-, ex delegado de Fonatur y ampliamente vinculado a Emilio Gamboa Patrón, se amparó, abandonó la ciudad y puso en venta sus bienes.
Jean Thomas Succar Kuri, un libanés que tenía simultáneamente la nacionalidad estadounidense y la residencia en México, fue acusado a finales de 2006 por el delito de pederastia en contra de unas 20 adolescentes, así como de prostitución y corrupción de menores; logró evadir una orden de aprehensión en medio de sospechas de protección que le habrían brindado desde la Procuraduría de Justicia del Estado, pues se evadió horas antes de que un operativo judicial llegara a sus casas y empresas en este destino.
Una de las denunciantes fue presuntamente violada por Succar y la otra asegura que el estadounidense le mostró fotografías pornográficas y videos con actos de zoofilia. Ambas son hijas de una ex empleada doméstica de Kuri, y los cargos que se imputan al presunto pederasta son violación y lo que resulte en una de las averiguaciones, mientras que la otra acusación es por abusos deshonestos.
Este medio de información tuvo acceso a las investigaciones que realizan las autoridades ministeriales -tanto de la PGR como la que está en manos de la Procuraduría de Justicia de Quintana Roo-, las cuales continúan en la etapa de integración.
En todas las demandas Succar Kuri se encuentra en calidad de indiciado.
De acuerdo con fuentes gubernamentales consultadas, las indagatorias fueron consignadas y se giraron órdenes de aprehensión por donde quiera y después se dio inicio a nuevos procesos penales contra el presunto pederasta de origen libanés.
El objetivo es que las autoridades ministeriales continúan reforzando la hipótesis de que Succar Kuri encabezaba una red mundial de pederastia, turismo sexual y trata de mujeres que opera en Baja California, Estado de México, Distrito Federal, Puebla, Chiapas, Veracruz y Quintana Roo.
Las niñas hablaron
De acuerdo con las mismas fuentes, las nuevas pesquisas en contra de Kuri han fortalecido la versión de que ”no se trata de redes de pederastas mexicanos para consumo mexicano, ya que se han detectado muchos nexos internacionales donde las menores son enviadas a otros países para ser prostituidas”.
La versión de la red internacional de pederastas que encabezaba Succar, y que aún investiga la PGR fue respaldada por la comisión especial de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) que investigó en los tres meses recientes el caso de las presuntas violaciones a las garantías de la periodista Lydia Cacho Ribeiro.
La primera de las averiguaciones previas se abrió a inicios de 2006, por la denuncia de una de las menores, quien dijo que cuando Succar Kuri vivía en Cancún ella visitaba su casa. Lo hacía desde que tenía 7 años de edad y había sido llevada allí por su madre, trabajadora doméstica del empresario de origen libanés, este es el caso de Edith.
Según el testimonio de joven, ella se quedaba a comer y dormir por la tarde en la casa del condominio Solymar. Inclusive narró a las autoridades ministeriales que en un par de ocasiones se quedó profundamente dormida y cuando despertó tenía el pantalón desabrochado y sentía dolor en las piernas.
La averiguación previa está apoyada con un examen ginecológico donde se detalla que la entonces menor de edad tenía el himen y el ano en forma irregular, lo que hace suponer que fue violada.
En la denuncia la joven aseguró que ella sólo relató esta historia a dos amigas y una maestra de la universidad La Salle, y dijo que la madre nunca le preguntó si Succar Kuri le había hecho algo a pesar de algunas evidencias.
La otra averiguación previa por el delito de abusos deshonestos relata el caso de una niña de 12 años de edad, hermana de la anterior denunciante, quien dijo que iba a la casa de Kuri en compañía de una amiga.
En la denuncia refiere que el presunto pederasta pedía a las menores que se besaran en la boca, argumentando que eso era normal en Estados Unidos, y siempre les solicitaba que se cambiaran juntas en el baño.
“Nos enseñaba fotos de gringas encueradas.”
Como dato relevante cuenta que en la villa número uno -donde habitaba Succar- los baños tenían puertas de vidrio transparente. ”Nos metía ideas como que todas las mujeres eran lesbianas, enseñándonos fotos de gringas encueradas”, relata. ”También decía que tenía unos videos de otras, pero que nunca nos los iba a enseñar”, según la versión de la otra menor.
Un dato importante de la investigación señala que Succar Kuri contaba a estas dos menores que tenía una ”novia” a quien había ayudado mucho económicamente y de quien estaba enamorado, referencia que parece dibujar su relación con Edith Lorena Encalada, la primera denunciante, quien luego se desdijo.
Finalmente, en ambas averiguaciones previas se destaca la tendencia de Succar Kuri a colmar de regalos a las menores de edad y la permisividad de la madre para dejar a sus hijas tardes o días enteros en casa del empresario de origen libanés.
Cabe mencionar que lo más vergonzosas para todos los que vivimos en Cancún. Busqué en Google, sólo como un ejercicio, “La pornografía de Cancún y Succar Kuri”, el resultado: 19′ 400,000 referencias a esta ciudad. (Fuente: diario Quequi)

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