CANCÚN, MX.- La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) notificó oficialmente al ayuntamiento de Benito Juárez que no se puede seguir autorizando la construcción de más cuartos en la zona turística de Cancún, debido a que se ha rebasado en casi seis mil habitaciones el tope que marcan el Programa de Desarrollo Urbano de la ciudad (PDU) y el Programa de Ordenamiento Ecológico Local del municipio (POEL).
“No existe posibilidad de otorgar autorizaciones en materia de impacto ambiental en la Unidad de Gestión Ambiental 09, donde se ubica la zona hotelera, debido a que ello implicaría impactar negativamente al medio ambiente y evitaría un desarrollo sustentable, contraviniendo la naturaleza del PDU y del POEL, así como de la legislación estatal y federal que dan sustento a los mismos”, estableció la dependencia federal.
A poco más de un año de haber efectuado el operativo que se conoció como “cuenta cuartos”, dentro de la Unidad de Gestión Ambiental (UGA 9), en donde se localiza la isla Cancún, la Profepa emitió el oficio PFPA/1.1/11C.141/2010, correspondiente al expediente PFPA/4/8C.17.3/001-09, en que da detalles sobre lo encontrado en las 132 visitas de inspección hechas a hoteles, condominios y villas.
“De las actas levantadas con motivo de dichas visitas se desprende la existencia de 36 mil 852 cuartos hoteleros”, se lee en la copia del documento en poder de El Periódico, que subraya que conforme al PDU y al POEL, el tope autorizable de llaves es de 30 mil 990 habitaciones.
Lo anterior implica que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y el gobierno municipal -a través de la Dirección de Desarrollo Urbano- han expedido autorizaciones de impacto ambiental y licencias de construcciones violentando el PDU y el POEL, para la construcción de cinco mil 862 cuartos.
“En tales términos, si el PDU de Cancún prevé que la zona hotelera tiene capacidad para una demanda de 30 mil 990 cuartos y de conformidad con las actuaciones realizadas por esta Procuraduría se acredita que existen 36 mil 852 cuartos hoteleros, es decir, existe una sobredensificación de cinco mil 862 cuartos, sin incluir los que cuentan con autorización vigente y no han iniciado la construcción de sus proyectos”, se lee.
El escrito, firmado por el procurador Patricio Patrón Laviada y recibido el 9 de julio por el ayuntamiento, indica que el PDU se encuentra “estrechamente relacionado” con el POEL, que prevé que en relación a las densidades y alturas previstas para la UGA-9, se debe ajustar a lo que marca instrumento de planeación, es decir, el PDU.
“En consecuencia, la Semarnat no podrá otorgar ninguna autorización en materia de impacto ambiental en dicha UGA, porque se contravendrían tanto el PDU como el POEL, en atención a lo establecido por el artículo 35 de la Ley General de Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente (Legeepa)”, se indica.
El haber autorizado la sobredensificación de la zona hotelera y mantener tal dinámica, tiene como consecuencia directa la generación de diversos impactos ambientales que son citados en el oficio.
Entre ellos está la desaparición de la duna costera, toda vez que los hoteles ocupan el 90 por ciento de su superficie, provocando fuertes cambios en los patrones hídricos y de evolución de la línea de costa, así como la pérdida de la cobertura vegetal.
Eso, a su vez, generó el aumento drástico de la erosión. Se eliminó también la comunicación entre la laguna y el mar, impactando al Sistema Lagunar Nichupté, al rellenar grandes extensiones de manglar, deteriorando las barreras naturales en contra de los huracanes, lo cual quedó confirmado luego del paso del huracán Wilma (octubre 2005).
Producto del desarrollo hotelero, el cuerpo lagunar se ha visto afectado por las descargas de aguas residuales. Se cita el reporte de la Dirección de Ecología del 2001, que habla de la existencia de 132 descargas, entre las clandestinas y las pluviales, siendo la zona más afectada Punta Cancún.
En el caso del ecosistema de manglar, en México ha desaparecido el 75 por ciento de la cobertura y en el caso concreto de la zona hotelera, ha desaparecido “casi por completo”, de acuerdo con la Profepa, que cita como referencia el estudio Manglares de México, realizado por la Comisión Nacional para el Uso y Conocimiento de la Biodiversidad (Conabio).
“También, debido a la sobredensidad que presenta la zona hotelera de Cancún, es común el congestionamiento vehicular en el bulevar Kukulcán a determinadas horas, lo que hace difícil el acceso y cruce de esta zona”. (Fuente: El Periódico)