PLAYA DEL CARMEN, MX.- A la PGJE no le interesa esclarecer el secuestro del empresario Lucio Kantún Lozano, por cuya liberación se pagó un millonario rescate, porque la PJE no acelera las indagaciones, y el procurador no presiona, publica el diario Por Esto!
En este caso, se establece, no se siguió la línea de investigación en contra de Pamela “N”, mesera del bar “Fitos” donde se cometió el plagio, considerada pieza clave, ya que, al parecer puso “el tiro” a “Los Zetas”, porque era de las pocas personas que sabían de la venta del predio por varios millones de dólares que días antes había efectuado el papá de la víctima, además que el antro es considerado una de las bases de operación de la organización criminal.
Hasta la tarde-noche de este miércoles, el profesor Lucio Kantún Chi, no se había apersonado a la agencia investigadora del MPFC, para declarar lo relacionado a la liberación de su hijo mayor, atribuido principalmente a la desconfianza hacia a las autoridades de la PGJE.
Y es que a pesar de que el taxista Hilario Pech Miranda, el primer plagiado de mayo pasado, en su declaración aportó información clave de sus secuestradores, no se ha actuado en contra de ellos, por lo que, para preservar su vida y la de su familia tuvo que irse de la ciudad.
El mismo día del plagio, el viernes 28 de mayo pasado, el profesor presentó formal denuncia penal en el Ministerio Público del Fuero Común (MPFC) por el secuestro de su hijo, porque minutos después de perpetrado le exigieron 5 millones de dólares, cantidad que tendría que ser cubierta el día siguiente o Lucio Kantún Lozano sería asesinado y descuartizado.
La denuncia quedó radicada en la averiguación previa (AP) número 1486/2010, y a la PJE se le giró el oficio de investigación PYA-01/05-4305/2010.
A 46 días de cometido el secuestro del empresario local, Lucio Kantún Lozano, y por cuya liberación el jueves de la semana pasado su señor padre pagó el estratosférico rescate de 40 millones de pesos (3.5 millones de dólares), la Policía Judicial del Estado (PJE) no avanza en sus indagatorias, al igual como está ocurriendo con los otros dos plagios perpetrados ese mes por el crimen organizado, “Los Zetas”, y lo más grave del caso, es que el procurador general de Justicia del Estado (PGJE), Francisco Alor Quezada, no los presiona e insiste en utilizar como “chivo expiatorio” a los medios de comunicación.
El día del secuestro, las autoridades de la PGJE se llevaron a la mesera Pamela “N” en calidad de presentada, porque era una de la pocas personas que sabían de la venta del extenso predio en la Riviera Maya que días antes había realizado el profesor Lucio Kantún Chi, ya que era “amiga íntima” del empresario plagiado, y porque el bar “Fitos” donde se cometió el plagio -según Por Esto!– es una de las bases de operación de la organización criminal “Los Zetas” y porque el exagerado rescate exigido denotaba que los criminales sabían de la existencia del dinero de la venta del predio en cuestión.
Todo parece indicar que los secuestradores, sabían que el profesor Lucio Kantún Chi, había realizado la venta del extenso predio por varios millones de dólares, porque minutos después de cometido el plagio lo llamaron a su celular para exigirle 5 millones de dólares de rescate.
Sin embargo, al día siguiente el monto fue duplicado, porque según el sicario que le habló, el caso había sido manejado en la prensa, aunque finalmente el monto quedó en 3.5 millones de dólares, porque el plagiado podía morir en cualquier momento por padecer de una enfermedad crónica.
No obstante que el procurador, Francisco Alor Quezada, ha insistido ante los medios de comunicación que el rescate pagado por Lucio Kantún Lozano es mucho menor a los 40 millones de pesos, fuentes cercanas a la familia de la víctima confirmaron el monto, el cual fue pagado el miércoles de la semana pasada en la ciudad de Cancún, lo que llevó a la liberación del empresario playense al día siguiente, quien de inmediato fue trasladado a conocida clínica de la capital yucateca, para recibir atención médica especializada, debido a que padece de una enfermedad crónica.
Antecedentes del caso Lucio Kantún Lozano
La tarde-noche del viernes 28 de mayo pasado, Lucio Kantún Lozano, hijo mayor del empresario y conocido profesor jubilado Lucio Kantún Chi, fue plagiado por cuatro sicarios afuera del bar “Fitos” en la colonia Gonzalo Guerrero, quienes usaron una camioneta Voyager, color verde para llevárselo y casi de inmediato exigieron 5 millones (de dólares) como rescate, mismo que tendría que haber sido pagado al día siguiente, porque de lo contrario el plagiado sería asesinado y descuartizado.
De acuerdo a información recabada en su oportunidad en el lugar de los hechos, Lucio Kantún Lozano se encontraba departiendo y tomando con unos amigos en el bar “Fitos”, ubicado en la avenida 45 entre las calles 30 y 32 de la colonia Gonzalo Guerrero, acompañados por una mesera. Cerca de las 7 de la noche recibió una llamada en su celular y salió para contestar, al parecer por el ruido propio de una cantina, y caminó hacia su camioneta que estaba al otro lado de la calle.
En el momento en que Lucio Kantún Lozano se retiraba de su camioneta marca Dodge, tipo Durango, color azul marino, con placas de circulación UVK-42-24 de Quintana Roo (sólo portaba la trasera) para retornar al tugurio, fue interceptado por cuatro sujetos con aspecto de fuereños, quienes lo subieron violentamente a la camioneta tipo Voyager, color verde, con placas del Estado de Tabasco, estacionado atrás de su unidad automotriz y posteriormente tomaron con dirección al norte del “Bulevar Playa del Carmen” donde se les perdió la pista. (Fuente: Por Esto! de Quintana Roo)