CANCUN, MX.- María López Leyva tiene 44 años de edad y anda en busca de trabajo porque quedó desempleada, pero las opciones para ella son muy limitadas, sólo como auxiliar en guarderías. Para ella los requisitos que estipulan las empresas resultan absurdos, pues para los que están en los 20 les piden experiencia cuando están recién salidos de las universidades, y por el otro lado fijan los 35 años como edad tope.
Estuvo en coma durante un año y su familia no considera conveniente que vuelva a trabajar; sin embargo, María señala que debe aprovechar el estar viva y por eso anda en busca de un empleo.
Es la primera vez que acude al Servicio Estatal del Empleo; observa las listas de las vacantes de empleos, son como media docena de hojas pegadas donde está la relación de las empresas, características del recurso humano que solicitan y la edad.
Ella sólo ve una opción como lo más viable: de asistente educativa, donde la edad no representa, al menos para ella, un límite, porque la máxima es de 50 años.
“Es estúpido, es un requisito absurdo, es una insensatez de las empresas… primero, piden experiencia laboral y cuando se termina la carrera se está carente de ella, y después de los 35 ya tenemos la madurez tanto laboral como personal y ya no te contratan”.
Ante ese panorama, María considera otra posibilidad, algo que hacía antes para estar ocupada, pero que le dejaba muy buenas ganancias: dedicarse a vender postres, idea que está cocinando en su mente, aunque también está consciente de que hoy en día esa actividad resulta aventurada porque los ingresos familiares en estos tiempos no son tan buenos como en años anteriores.
Pero para ella lo que es el negocio de la comida siempre deja ganancias. “Sí pega, la comida es negocio más que rodante, sí le sacas; al menos yo en la comida sí le apuesto”.
Aunque tampoco descartó la idea de acudir para ver si le convence el empleo de asistente educativa, pues tiene que analizar si el salario que ofrecen es conveniente. (Fuente: SIPSE/Novedades de Quintana Roo)