CANCÚN, MX.- Arturo Hernández Gallegos, de 30 años de edad, es especialista en soldadura autógena. Laboraba la mañana de ayer en las instalaciones de la empresa Gas Tomza cuando sobrevino la explosión.
Cortaba un tambo vacío de 200 litros cuando los gases acumulados en el interior hicieron que prácticamente saliera volando.
No tuvo lesiones graves, sólo un golpe en el abdomen pero sin consideración, aunque el susto que se llevó fue mayúsculo porque la explosión lo agarró desprevenido.
Los hechos se registraron alrededor del mediodía de ayer cuando al soldador Arturo Hernández Gallegos le fue dada la orden para que cortara un tambo de 200 litros que supuestamente estaba vacío, al parecer para utilizarlo como depósito de basura.
El joven sacó su equipo en una área apartada de los cilindros de la planta de gas que se localiza adelante del reten de policía, a un kilómetro del entronque de la autopista y carretera libre a Mérida.
Inició el trabajo. No habían pasado ni 20 minutos de empezar a cortar el tambo de metal, cuando sobrevino la explosión. El estruendo fue muy fuerte y el cilindro salió prácticamente disparada por los aires, hasta caer en un área despejada.
El estallido originó que todos los empleados que se encontraban en el lugar fueran a verificar qué había pasado; en el lugar encontraron a su compañero tirado y quejándose del golpe que recibió.
De inmediato solicitaron al número de emergencia 066 los servicios de una ambulancia para que atendiera al trabajador. El reporte que entró a la Cruz Roja y Bomberos fue de una explosión de un tanque de gas, en las instalaciones de la referida planta de gas, y que había varios lesionados.
Inicialmente las corporaciones de emergencia pensaron en una contingencia mayor por tratarse de una planta de gas. Al lugar se trasladó una ambulancia de la Cruz Roja, dos unidades de bomberos y una patrulla de Seguridad Pública.
El coordinador operativo de bomberos, Vicente Moreno Torres, expuso la irresponsabilidad del trabajador al señalar que el lesionado estaba cortando un tambo de 200 litros, pero que tenía vapores de thinner, porque ahí tenían almacenado líquido inflamable.
Lo que debió hacer, antes de iniciar su trabajo, era sacar todo el vapor. Ya que por esa situación al contacto del pavor con la soldadura autógena sobrevino la explosión. El soldador fue trasladado al hospital de especialidades para un chequeo más minucioso. (Fuente: SIPSE/Novedades de Quintana Roo)