TULUM, MX.- Después de cinco años el proyecto de casa ideado por el Instituto del Fondo Nacional para la Vivienda de los Trabajadores (Infonavit) y la constructora Desarrollos Residenciales Turísticos del Sureste S.A, de C.V. respecto al conjunto habitacional conocido como Villas Tulum, y que se “pintó” como un fraccionamiento de lujo, hoy la realidad es otra, debido a que lo que aquí prevalece son las incomodidades, mala calidad en la construcción, alto índice de renta y venta de viviendas, el costo de los arrendamientos es entre 4 y 5 mil pesos mensuales, mientras que la compra de una vivienda de parte de sus mismos propietarios van desde 650 mil hasta 900 mil pesos.


El conjunto habitacional localizado en la parte norte de la ciudad, está asentado en una superficie de alrededor de ocho hectáreas y media aproximadamente, donde sobresalen a la vista mil 81viviendas, unas con una recámara, otras de dos, pero todas con un pequeño baño, sala-comedor, cocina muy pequeña, un garaje y patiecito de apenas dos metros cuadrados donde algunas madres de familia tienden la ropa, todo esto construidos en predios de ocho por 15 metros, dicen los habitantes.
En la recámara, comenta Héctor Valdez Hernández, “apenas cabe la cama, pero eso no es lo malo, pues lo peor es que los acabados se están cayendo, los muros agrietándose, y cuando llueve los registros rebosan provocando inundaciones dentro de las casas”.
En una de las calles principales, por así decir, cruzando el tanque elevado que suministra de agua potable a las viviendas, vive Gloria Elena Sánchez Navarrete, su esposo y dos hijos, ella dice que la constante es la basura en las calles, por los frentes y las partes traseras de las viviendas. “Usted misma lo está viendo, ¿no es lo primero que notó?, y así lo puede observar cualquier persona que llega a ese populoso sector habitacional, debido a que muchas casas ya están desocupadas, mismas que están en renta o venta”.
Gloria Elena apunta hacia donde se puede apreciar basura, escombro sobre una calle en mal estado, y ahí cerca un fétido olor que sale de un predio prácticamente abandonado y donde se encuentra la planta de tratamiento de aguas negras del Fraccionamiento Villas Tulum.
Son muchos los sectores, incluso lo que se proyectó como la caseta de vigilancia y de control, pues se pintó como un exclusivo conjunto habitacional privado, sin embargo, este inmueble al igual que las bardas de unas viviendas están pintarrajeadas, lo que asemeja los barrios bravos de cualquier ciudad violenta.
Para Felipe Sosa Hernández le resultó contraproducente adquirir una casa en el conjunto habitacional Villas Tulum, pues a los pocos días se enteró de la situación en que se vive y siempre no se cambió ahí, por lo que se vio obligado a rentarla al no encontrar una persona que acepte el traspaso, hoy dos meses después que pegó su letrero, éste ahí permanece sin que nadie se atreva a rentarla, por otro lado, unos han optado por vender al darse cuenta que el proyecto de vivienda ideado por el Infonavit y la constructora Desarrollos Residenciales Turísticos del Sureste S.A. de C.V., fue toda una falacia.
En distintas opiniones los propios beneficiarios comentan que con esfuerzo consiguieron una casa en Villas Tulum, pero ahora viven prisioneros de un mal proyecto de Infonavit y la constructora Desarrollos Residenciales Turísticos del Sureste S.A. de C.V.
Respecto a todo lo anterior, Héctor Valdez Hernández explica que los matrimonios con un hijo no tienen mayor problema para pasar la noche, pero los de tres o cuatro tienen que ingeniárselas para dormir “cómodamente”, teniendo que convertir la sala en recámara nocturna.
No obstante a lo que viven en el seno del hogar, los problemas no terminan ahí, pues va más allá de lo que uno se puede imaginar y esto se puede constatar en los muchos hoyancos, resultado de la mala calidad del pavimento y de las ocasionales lluvias que caen en la ciudad, las calles están llenas de baches, cuando no enormes hoyancos que obligan a los conductores a pasar a vuelta de rueda, dice.
Hay infinidad de historias como el de fugas de aguas negras de la planta de tratamiento de aguas residuales, lo que refleja la mala visión del Infonavit y la postura de la constructora, pues se pensó básicamente en sólo proporcionar servicio a una vivienda, sin tomar en cuenta la comodidad y espacio vital para las personas que las comprarían.
Bajo este escenario en que el fraccionamiento Villas de Tulum está inmerso, Felipe Sosa Hernández, se arrepiente de haber adquirido un crédito en Infonavit para cambiarse a una casa en ese lugar, pero nada puede hacer todavía.
Hace cuatro años Felipe y su familia se fueron a la vivienda que les habían adjudicado, con la alegría de contar con un lugar propio donde vivir, pero poco les duró el gusto al padecer todas las incomodidades de vivir en una casa propia, pues se escuchan ruidos por todos lados, ya sea de gritos o de música, en el día y parte de la noche. (Fuente: SIPSE/Novedades de Quintana Roo)

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