CANCÚN, MX.- Hospitalizado y a punto de perder la pierna, se encuentra el pandillero y miembro de “Los Sureños” Alan Cortés Canto (a) “El Alan”, al contraer una fuerte infección dentro de la cárcel de Cancún en las heridas que tuvo tras el “narco-ataque” al bar Castillo del Mar donde fallecieron ocho personas.
La falta de higiene y cuidados en la clínica de la cárcel de Cancún, obligaron a hospitalizar de urgencia al pandillero, debido a que las heridas provocadas por quemaduras tras el ataque al bar “Castillo del Mar” donde participó de forma directa, contrajeron una fuerte infección.
Ante ello, en el Hospital General “Jesús Kumate Rodríguez” donde se encuentra hospitalizado, se le detectó que por la avanzada infección, será necesario incluso realizar algunas operaciones para injertarle células vivas en las partes seriamente dañadas pero que incluso, se corre el riesgo de que pueda perder la pierna.
En el área de hospitalización donde se encuentra bajo tratamiento, Alan Cortés Canto (a) “El Alan”, está bajo custodia de al menos cinco elementos de Seguridad Pública.
Y es que, como bien se recordará, este pandillero miembro de “Los Sureños”, fue uno de los sujetos que atacaron con bombas molotov el bar “Castillo del Mar” donde fallecieron ocho personas.
En medio de este “narco-ataque”, “El Alan” sufrió quemaduras en las piernas y brazo pero en lugar de esconderse o escapar, acudió a la cárcel de Cancún donde fue atendido en el sanatorio del lugar por órdenes de su “jefe” Emilio Izquierdo Santana (a) “El Santana”.
Tras la investigación de la Policía Judicial del Estado (PJE), se logró ubicar a este sujeto quien fue detenido inicialmente junto con cuatro cómplices, entre ellos Miguel Hidalgo Polanco (a) “Aldri”; Jonathan David Sosa Calderón (a) “Freco”; Javier Méndez López (a) “Javi” y Eliezer García Rodríguez (a) “El Dende”.
En sus declaraciones, estos pandilleros señalaron que fueron contratados por Carlos Barragán Figueroa (a) “El Paleta”, así como por otros dos sujetos apodados “El Memín” y “El Semental” para darle un escarmiento al dueño del lugar que se había negado a pagar una extorsión. (Fuente: Por Esto! de Quintana Roo)
