CHETUMAL, MX.- La pesca furtiva ha disminuido de manera considerable a la población de caracol rosado (Strombus gigas) en Banco Chinchorro, por esa razón en la próxima temporada de captura que inicia el primero de diciembre solamente se autorizarán entre seis y doce toneladas del producto, aseguró el subdelegado de pesca, José Manuel Cárdenas Magaña.
Solamente se autoriza la cantidad que nos instruye el Instituto Nacional de la Pesca, el brazo científico de la Sagarpa en cuestiones pesqueras, en el caso del caracol en Banco Chinchorro nos recomienda en esta temporada como máximo la captura de 12 toneladas. Sin embargo, nunca se otorga la cantidad autorizada, siempre dejamos un stock de reclutamiento de dos toneladas.
De acuerdo con esos principios se le podría autorizar a las cooperativas pesqueras nueve toneladas en Banco Chinchorro, por la cantidad que se nos recomienda.
En Quintana Roo solamente existen cuatro cooperativas pesqueras con permiso para la captura del caracol rosado: Cooperativa Cozumel, quienes se han autovedado, no quieren pescar y se emitió una veda de tres años en Cozumel.
Langosteros del Caribe (Othón P. Blanco), Cooperativa Chinchorro (Majahual) y Andrés Quintana Roo (Xcalak), son las tres autorizadas para la captura de caracol rosado por lo que cada una podría recibir una cuota de tres toneladas.
Ha bajado la producción de caracol rosado por la pesca furtiva y por los huracanes hace tres años se autorizaban 30 toneladas, actualmente se autorizará una cuota de nueve toneladas, pero si hay una disminución de la especie.
Expresó que cada vez es más difícil acabar con la pesca furtiva en Quintana Roo, al considerar que de nada sirve detener a las personas que se dedican al tráfico de la especie en carretera, ya que lo idóneo sería evitar que saquen el producto del mar. “Lo que estamos haciendo entonces es disuadir a las personas que se dedican a esa ilícita actividad”, acotó.
La Sagarpa cuida el recurso y aplica la Norma Oficial Mexicana NOM 013-PESC994, pues dijo que para que un caracol llegue a la edad adulta tienen que pasar cuando menos ocho años, tres para llegar a la talla juvenil y cinco para estar en condiciones de ser aprovechado.
Finalmente, expresó que los precios se rigen de acuerdo a la ley de la oferta y la demanda, pero que en este punto la Sagarpa no tiene ninguna injerencia por no ser su responsabilidad. (Fuente: Por Esto! de Quintana Roo)