CANCÚN, MX.- La Policía Judicial del Estado (PJE) está tras la pista de Román Cruz Hernández de 18 años de edad, quien fue el encargado de contactar a dos narcomenudistas que comprarían la camioneta que robó el grupo de estudiantes entre los que se encontraba Rafael de Jesús Ramírez Zapata.
El plan
Derivado de las investigaciones que ha realizado la Policía Judicial del Estado (PJE) tras la ejecución de Rafael de Jesús Ramírez Zapata, los agentes pudieron contactar a la estudiante Diana Rubí Cruz Valencia.
Esta joven de tan sólo 15 años de edad, estudiante de Conalep Platel I, manifestó a los judiciales que el día primero de diciembre un ex estudiante y amigo suyo de nombre Diego Pérez, le preguntó si conocía a alguien que se quisiera aventar un “tiro”.
Diana Rubí sabía que la propuesta que Diego le hacía, era sobre cometer algún delito y aun así, decidió ayudar a su amigo consiguiendo a otros estudiantes que quisieran llevar a cabo el plan.
Fue así que le comentó a un grupo de compañeros estudiantes entre los que se encontraba Rafael de Jesús Ramírez Zapata.
Ese mismo día, Diana presentó a Diego a sus compañeros de escuela y después de ello, se retiró.
Diego comentó a los estudiantes que se trataba de cometer un robo y los estudiantes aceptaron, como una manera fácil de obtener dinero sin imaginar siquiera lo que pasaría.
Los judiciales se entrevistaron con otros dos jóvenes estudiantes identificados como Cedrick Jair Euán Aguirre de 17 años y Manuel Mena Estrada de 16 años de edad.
Estos dos, confirmaron a los judiciales que fue Diana Rubí quien les presentó a Diego.
Indicaron que éste les propuso robarse la camioneta de un maestro al que se le cayeron las llaves y él las recogió.
El robo y compra-venta
Tras haber aceptado la propuesta de Diego, los estudiantes procedieron a robar la camioneta que estaba estacionada en la calle fuera del plantel educativo.
El maestro Ignacio Ortega Saucedo de 64 años dueño de la camioneta robada, dijo a los judiciales que llevan el caso, que efectivamente el día primero de diciembre llegó a la escuela a las ocho y media de la mañana y dejó estacionada su camioneta en la calle y cuando salió a las 10 y media, se percató que su vehículo ya no se encontraba.
Para los estudiantes, teniendo las llaves del vehículo la operación fue fácil y rápida. Ahora, sólo era cuestión de encontrarle comprador.
Fue así que Cedrick le habló a otro amigo de nombre Román Cruz Hernández y le preguntó si sabía de alguien que comprara la camioneta que acababan de robar.
Ese mismo día, Román dijo a sus amigos que ya había encontrado compradores para la camioneta.
Se trataba de dos narcomenudistas del fraccionamiento “La Guadalupana”, sujetos ligados directamente a la delincuencia organizada, con quienes los estudiantes cometieron el error de hacer tratos.
Por la noche, alrededor de las 20:30 horas todavía del primero de diciembre, Rafael de Jesús Ramírez Zapata salió de su domicilio en la Región 103 y dijo a sus padres que iría a la tienda Soriana que se ubica cerca de su casa a comprar unas cosas.
El joven iba acompañado de un primo y Rafael de Jesús iba conduciendo la camioneta que le habían robado a su maestro.
El plan era llevar la camioneta al estacionamiento de la tienda, en donde se verían con los supuestos compradores.
Los dos delincuentes dijeron a los estudiantes que querían probar la camioneta y fue así que le pidieron a Rafael que condujera la unidad con ellos, pidiéndole al primo que se bajara.
Esa fue la última vez que Rafael de Jesús fue visto con vida, pues jamás regresaría.
Ahora, la Policía Judicial del Estado busca a Román Cruz Hernández, para saber cómo contactó a los narcomenudistas y saber la identidad de estos, pues fueron ellos los que ejecutaron a Rafael de Jesús Ramírez Zapata después de haberlo torturado a golpes, quizá al descubrir que la camioneta que pretendían venderles era robada.
Se sabe que el padre de Román Cruz Hernández contactó a la policía judicial, para pedir que su hijo no fuera detenido y ahora, es buscado para que comparezca ante el ministerio público para esclarecer este crimen.
Lo que empezó quizá como un juego, como una idea de obtener dinero fácil para este grupo de estudiantes, terminó con la vida de uno de ellos, al meterse con delincuentes que cegaron la vida de Rafael de Jesús. (Fuente: Por Esto! de Quintana Roo)
