La pistola que utilizaron los hermanos Samuel y José Ignacio Fuentes Pascual para perpetrar un fallido asalto en Bacalar resultó ser una reliquia, pues pertenecía a un grupo de ejecución nazi durante la Segunda Guerra Mundial, la cual tiene un valor que supera los 100 mil pesos, según personal del Ejército mexicano.
Información proporcionada por efectivos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) indica que personal del Juzgado Primero de Distrito solicitó que un valuador de armas se presentara ayer ante el estrado para determinar el calibre, el tipo y origen del arma que les fue asegurada a los supuestos asaltantes.
Esta diligencia era necesaria para determinar si la pistola era de uso exclusivo del Ejército y las acusaciones contra los procesados debían agravarse, pero el resultado del análisis distrajo la atención del caso, puesto que el arma resultó ser una reliquia de la Segunda Guerra Mundial.
Según el experto en armamento, la pistola perteneció a un grupo de ejecución nazi y su valor supera los 100 mil pesos, en especial porque está en buenas condiciones, algo que seguramente sería atractivo para coleccionistas de alto nivel.
Los militares dijeron que es difícil conocer el historial del arma y es necesario contactar a un especialista en la historia de la Segunda Guerra Mundial para determinar si la pistola perteneció a un soldado alemán de alto nivel, lo que seguramente podría acrecentar su valor de manera exorbitante.
Asimismo, agregaron que existen datos, aún no corroborados, de que algunos militares alemanes huyeron a México después de que Estados Unidos de Norteamérica obtuvo la victoria, y se resguardaron en las entidades federativas más remotas y ubicadas en zonas fronterizas, teoría que podría explicar el modo en que dicha arma llegó a Quintana Roo.
Como se recordará, el pasado lunes Samuel y José Ignacio Fuentes Pascual fueron turnados ante el Ministerio Público del Fuero Común por asaltar con un arma de fuego a dos taxistas en la comunidad de Bacalar.
Una de las víctimas del violento atraco fue José Fernando Martínez Caballero, de 45 años de edad, conductor del taxi número 1397, a quien despojaron de una cartera que contenía 600 pesos en efectivo, además de un teléfono celular, una pulsera de oro y un anillo de plata. (Fuente: Diario de Quintana Roo)