CANCÚN, MX.- Una de las razones por las cuales se quiere un patrullaje militar en la Zona Hotelera de Cancún, es la corrupción que impera hacia el turismo por parte de la Policía Turística Municipal.
Tanto la Oficina de Visitantes y Convenciones como la Secretaría de Turismo estatal, recibieron más de 400 quejas de turistas que fueron agredidos y extorsionados por elementos policiacos del municipio.
Las quejas van desde señalamientos de corrupción hasta agresiones verbales y físicas por parte de los agentes encargados de brindar “seguridad” en el punto neurálgico del principal destino turístico de México.
“Es una situación deplorable”, señaló el asesor del Consejo Coordinador Empresarial del Caribe, Sigfrido Paz Paredes, “esto demuestra que no tenemos ni una pizca de atención real por parte de las autoridades encargadas de vigilar el comportamiento de los policías que trabajan en la Zona Hotelera”.
Además, el presidente de la Asociación de Arrendadoras de Autos de Cancún, Julio Góngora, indicó que los hechos de extorsión y corrupción por parte de los elementos de la Policía Turística ya han sobrepasado todos los límites.
El empresario dio a conocer que los elementos de “seguridad” han llegado hasta mil dólares a cambio de no detener a turistas que ni siquiera cometieron ningún tipo de infracción y que son detenidos al manejar autos rentados.
En el contexto empresarial, el panorama dentro de la Zona Hotelera es preocupante y riesgoso, ya que en los últimos cinco años se ha repetido el mismo patrón de conducta por parte de las autoridades municipales, en particular por la policía turística.
Por eso las voces a favor de que se den patrullajes por parte de las fuerzas armadas y militares, se han incrementado de manera considerable dentro del sector empresarial, principalmente al notarse el riesgo de perjudicar aún más la imagen de Cancún en materia de seguridad.
“Ya bastante tenemos con el hecho de estar inmersos dentro de una espiral de violencia a nivel nacional, para que lleguen tipos sin escrúpulos y extorsionen y asalten al turismo que nos llega, eso es intolerable e inaceptable”, afirmó Paz Paredes.
De acuerdo con fuentes oficiales de la Oficina de Visitantes y Convenciones, OVC, en el 2010 se incrementaron los reportes y quejas de turistas que fueron violentados por los policías municipales que patrullan en la Zona Hotelera.
A través de la página web www.cancuntravel.com, turistas de Canadá y Estados Unidos – principalmente -, así como europeos e incluso nacionales, expresaron su malestar e indignación por los abusos cometidos por la policía turística.
Los hechos registrados en las quejas llaman la atención. Por ejemplo, después de las 2 de la madrugada los elementos de la policía turística se postran a las afueras de los centros nocturnos – discotecas-, para extorsionar a los turistas que salen de los establecimientos.
La selección de turistas va de acuerdo al criterio de los elementos, pues ellos abordan a aquellos que observan tomados y posteriormente les amenazan con una detención.
Lo que sigue después es la extorsión. Las cantidades que piden los policías municipales en la Zona Hotelera van desde los 100 dólares hasta los 500 dólares. La negociación de los guardianes de la “ley y el orden” se basan en infundir temor mediante la amenaza de encarcelar al turista.
Otra modalidad, la cual es la más señalada dentro de las quejas, son las detenciones arbitrarias de vehículos en renta. Los turistas son abordados por los elementos que pertenecen al sector de tránsito y vialidad de la policía turística.
Una vez que se ha dado el abordaje, los policías turísticos amedrentan al turista con el hecho de retirarles el vehículo, detenerlos por resistirse a la autoridad y quitarles sus pasaportes como documentos en garantía.
Esta situación origina una reacción en el turista. Muchos vacacionistas prefieren dar dinero para evitar algo que ni siquiera puede llevarse a cabo de manera legal si no han violado ningún tipo de reglamento.
En este punto la Asociación de Arrendadoras de Autos sostiene que las detenciones en la mayoría de los casos, son arbitrarías y fuera de lugar, ya que el único objetivo de la Policía Turística es hacerse de recursos a cambio de la extorsión.
En los relatos de quejas, hay incluso historias donde el turista es escoltado hasta su hotel por parte de la policía municipal adscrita a la zona de playas, para que pueda sacar la cantidad de dinero que se le pide a cambio de evitar ser detenido. (Fuente: Por Esto! de Quintana Roo)