CANCÚN, MX.- A la sospechosa urgencia de un grupo de regidores para que se publique en el Periódico Oficial del estado la aprobación del Programa Parcial de Desarrollo Urbano del Polígono Poniente (PPDUPP), votado por el Cabildo de Benito Juárez el 23 de septiembre del 2009, se suma que la ex presidenta municipal, Magali Achach, sería una de tantos desarrolladores adelantados que serían beneficiados, como el grupo Urbi, del que se afirma es dueño ya de varios cientos de hectáreas en esa zona.
En el caso de Magali Achach, cuenta en la parcela 139 o Región 267, con un ilegal fraccionamiento, inexplicablemente autorizado, que sólo ofrece a sus mil 791 potenciales compradores estar lotificado, muy lejos de la ciudad, en medio de la selva baja, y contar con enyerbadas calles de sascab que, no obstante, le redituarán un ingreso de 143 millones 280 mil pesos y mucho más de aprobarse el PPDUPP.
Por si fuera poco, el desarrollo de la ex alcaldesa está enclavado muy cerca de la Zona de Captación de Agua Potable número 4. Es de destacar que a la entrada de su fraccionamiento se encuentra construida una verdadera mansión que hace recordar el tiempo de las haciendas en todo su esplendor. Según se investigó, esa construcción cuenta con alberca y todos los servicios propios de un lugar de descanso veraniego.
Como es de suponerse, ese irregular fraccionamiento, presuntamente aprobado el 08 de abril del 2008 por la dirección de Desarrollo Urbano del Ayuntamiento de Benito Juárez (a dos días de que asumiera la presidencia municipal el ex presidente Gregorio Sánchez Martínez) está oculto en la selva y se llega a él en línea recta, hacia el Poniente, por una brecha recién cubierta de sascab, a tres kilómetros de donde quedó inconcluso el Periférico de Cancún.
Como es de suponerse, aparte de infringir la ley por estar ubicado en la Unidad de Gestión Ambiental (UGA) 4, con uso forestal y donde sólo se autoriza 4 viviendas por hectárea y un desmonte de 35 por ciento por ser terrenos de preservación, como se debe aplicar en todo el Polígono Poniente, incumple los requisitos indispensables que propuso la delegada de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), Mercedes Hernández Rojas.
Es decir, carece de electrificación, agua potable, planta de tratamiento de aguas residuales, desagüe pluvial y de un lugar donde destinar finalmente los residuos sólidos. No cuenta tampoco con la vialidad regional correspondiente, con estructura vial y tampoco se ha coordinado en la construcción de infraestructura de educación, salud, deporte, recreación y cultura.
Este fraccionamiento de la ex alcaldesa de Benito Juárez está a nombre de “Desarrollo Personal, A.C.” y sus ilegales permisos fueron tramitados por el ingeniero Carlos Fierros Pacheco, ex presidente del Colegio de Ingenieros, como Director Responsable de Obra (DRO).
Cabe informar que, de acuerdo a la fecha del permiso, habría correspondido otorgar el visto bueno de esta ilegalidad al ingeniero Heyden Cebada Ramírez, en su calidad de ex director general de Desarrollo Urbano, aunque, en entrevista, lo niega rotundamente y afirma que sólo firmó documentos hasta el 5 de abril del 2008, tres días antes de la fecha que aparece en el plano: “Yo no entregué ningún permiso, a menos que hayan falsificado mi firma”, dice.
En un recorrido por el ilegal “fraccionamiento de Magali”, como le dicen, se pudo observar que no existen más de 10 construcciones, supuestamente para ser usadas como locales comerciales, según se aprecia por las cortinas metálicas al frente y por estar ubicadas en la “avenida principal”, todas aparentemente abandonadas, seguramente por su lejanía.
Sin embargo, en las oficinas de ventas del futuro desarrollo habitacional, localizadas en el primer piso del Frente Único de Colonos (FUC), fundado por Magali Achach, se cuente con un plano con el sello de la Dirección de Desarrollo Urbano municipal, sobre el cual se han marcado los “lotes vendidos”, de los cuales, según Mildred Espadas, representante de ventas, “ya están vendido más del 60 por ciento, de los mil 791 lotes, de 300 metros cada uno, que integran el fraccionamiento sobre una superficie total de 90 hectáreas.
Lo anterior, de entrada, infringe la densidad autorizada por la UGA 4, de cuatro viviendas por hectárea, es decir, le correspondería a esa superficie construir sólo 360 casas, por lo cual se excede con mil 431 casas, sin contar la gran devastación que ocupan las calles secundarias y la avenida central de cuatro carriles con camellón al centro.
Todas las ilegalidades señaladas, ahora se entiende, serían solucionadas con la aprobación del Programa Parcial de Desarrollo Urbano del Polígono Poniente, que señala densidades desde 60 hasta 90 viviendas por hectáreas. Lo cual significaría que este fraccionamiento, hasta ahora clandestino (aunque cuente con una supuesta autorización de la Dirección de Desarrollo Urbano del 8 de abril del 2008, solucionaría uno de sus muchos graves problemas).
Es importante mencionar que la venta de esos lotes se inició desde hace cuatro años, aunque ha habido muchas cancelaciones. Oficialmente cuenta todo el fraccionamiento con una superficie de 90 hectáreas 86.66 centiáreas, con Clave Catastral 6016266001390000, a nombre de Hilda María Herrera Méndez. Es la Parcela: 139Z1P1, del Ejido Isla Mujeres, registrado en Chetumal el 03 de abril de 2003, con Folio: 111111.
La venta de los terrenos se hace a través de “Superación Personal, A.C., Bienes y Raíces”, según documentos en nuestro poder. Los precios actuales de los lotes de 300 metros cada uno son: Esquinas 85 mil pesos (comerciales), habitables 77 mil; enganche cinco mil pesos o un mínimo de 50 por ciento, o sea, 2 mil 500 pesos. El saldo del terreno se paga con abonos semanales de 200 pesos, aunque los recibos del enganche están a nombre de Servicios Especializados en Bienes Raíces y a la letra dicen: “Recibo de Adquisición de Terreno en Breña”.
La venta de esos terrenos dejarán a Magali Achach un ingreso de 143 millones 280 mil pesos, aunque por ahora, mientras no se publique en el Periódico Oficial del estado la aprobación del Programa Parcial de Desarrollo Urbano del Polígono Poniente, corren riesgo de convertirse en una colonia irregular más, de las muchas que existen en Benito Juárez: carentes de todo servicio, aunque estén más cerca de la ciudad. (Fuente. diario Quequi)