CANCÚN, MX.- La delegada de la Semarnat, Gabriela Lima Laurents aclaró que las modificaciones a la NOM-059, que reclasifican la protección de los manglares de México, no inhiben el desarrollo, ni cancelan la posibilidad de construir en zonas de humedales, y subrayó que el manglar, la norma y la dependencia no deben ser “satanizados”, ni los empresarios, adoptar el papel de “víctimas”.
En conferencia de prensa, ofrecida ayer, la también abogada informó que la dependencia realizará una nutrida difusión sobre las modificaciones y alcances de la NOM-059-Semarnat-2010, que fue publicada en el Diario Oficial de la Federación el 30 de diciembre pasado y entrará en vigor el primero de marzo, para evitar que “el manglar sea satanizado, que se satanice a la norma o a la Secretaría o que los empresarios se victimicen”.
En ese tenor subrayó que ante las modificaciones a la Norma, impulsadas por la Comisión Nacional para el Uso y Conocimiento de la Biodiversidad (Conabio), y aprobadas por el Congreso de la Unión, los empresarios deben ser más creativos para desarrollar sus proyectos en zonas de manglar.
Enfatizó que si bien dificultará la autorización de proyectos ubicados en zonas de humedal, no cancela la posibilidad ni hace intocable al recurso, pues existen formas creativas de aprovecharlo, sin dañar su flujo hidrológico. “Si llegamos hasta este punto, es porque los expertos en el tema consideran necesario elevar su protección”, dijo.
En México se ha perdido el 65 por ciento de la población original de manglares y sufren una deforestación del dos al cinco por ciento anual que, de acuerdo con el Instituto Nacional de Ecología (INE), los llevará a perder el 50 por ciento de su masa forestal para el 2025.
La funcionaria manifestó que el Consejo Coordinador Empresarial y del Caribe (CCEyC) y sus afiliados pueden hacer uso de los derechos que les confiere la ley, para inconformarse en contra de la protección al manglar, lo cual anunciaron el jueves pasado.
En coincidencia, el delegado de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), Guy Adrián Piña, remarcó que la reclasificación del manglar es una “alerta” acerca del ritmo de deforestación del recurso, lo cual podría generar su futura desaparición.
De suceder, la protección del mangle tendría que ser reclasificada nuevamente, alcanzando el nivel de “especie en peligro de extinción”, lo que entonces sí cancelaria su aprovechamiento.
Por tanto, llamó a los inversionistas a buscar los mecanismos para garantizar que los desarrollos que impulsan, sean sustentables. También explicó que la aplicación de la NOM, no es exclusiva de Quintana Roo, pues tiene injerencia en todo el país y no se centra sólo en los manglares, sino en una amplia gama de especies de flora y fauna silvestre. (Fuente: El Periódico)
