CANCÚN, MX.- Además de estar al servicio de la delincuencia organizada, la Secretaría de Seguridad Pública de Cancún ahora ha emprendido una campaña en contra de los cancunenses.
Desde el pasado 20 de diciembre se dio la “orden” al interior de la corporación policiaca de iniciar con el llamado “Operativo Hidalgo”, el cual consiste obtener recursos a como dé lugar por medio de la Policía Preventiva y la Dirección Tránsito.
Un ejemplo de este dispositivo, son las detenciones arbitrarias por parte de los agentes de vialidad hacia conductores, quienes son extorsionados e incluso multados fuera de la ley.
Resulta que por cualquier falta Tránsito procede a retirar el vehículo vía el uso del arrastre de grúa para que el usuario no sólo pague una multa sino también este servicio que ha sobrepasado niveles.
Sin respetar los reglamentos de la Ley de Hacienda, la Dirección de la Policía cobra a mansalva y discreción cualquiera de los servicios o detenciones.
Además, la Policía municipal tiene la indicación de detener a “transeúntes sospechosos” para que paguen su multa dentro del bando y policía y buen gobierno. Todo es un caos al interior de la corporación policiaca. Todo es corrupción.
En vez de proteger a la ciudadanía, ahora los cancunenses no sólo tienen que cuidarse la delincuencia común y organizada, sino también de la Policía Municipal y Tránsito.
El abuso a la ciudadanía
Eran las 7 de la mañana del pasado 20 de diciembre cuando todos los policías recibieron “luz verde” para obtener recursos por medio de la ciudadanía. La orden la dio directamente Jonathan Forcada, secretario particular del comisionado de Seguridad Pública de Cancún.
La orden consistía en “permitir” y “tolerar” comportamientos excesivos en cuanto a detenciones se refiere tanto por parte de la policía municipal como de la Dirección Tránsito.
Así, comenzó una “cacería” que a la fecha ha generado gran cantidad de recursos a unos cuantos mandos medios de la corporación policiaca y que ha causado ya un malestar social en el principal destino turístico.
Lo anterior se debe a que los policías se han “cansado” de extorsionar a la ciudadanía bajo cualquier pretexto.
Si un ciudadano se ve “sospechoso” es detenido. Si un ciudadano pelea por sus derechos es detenido. Si no acepta la corrupción y la extorsión, es lacerado económicamente con multas fuera del reglamento, fuera de toda ley.
Así trabaja hoy en día la policía municipal. Lejos de combatir a la delincuencia y prevenir delitos, los encargados de la ley y el orden se han convertido en los principales delincuentes de Cancún.
Con esto, la ciudadanía está en riesgo. Ante la falta de un gobierno capaz de atender a sus gobernados, la seguridad está desquebrajada en el municipio Benito Juárez y no les importa a quienes se encuentran dentro del poder.
La implicación de Julián Ricalde Magaña
En los últimos dos meses – diciembre y enero -, el nombre de Julián Ricalde es utilizado por los elementos policíacos señalados por actos delictivos dentro de la Secretaría de Seguridad Pública de Cancún.
El alcalde electo ha sido implicado desde la venta de plazas hasta permisos, amenazas y manejo de recursos financieros de forma ilegal dentro de la corporación policiaca el Ayuntamiento Benito Juárez.
Por ejemplo, Jonathan Forcada asegura que es el hombre de “confianza” del alcalde electo y que él permanecerá en la dependencia una vez que se dé el cambio de administración municipal.
Otro personaje dentro de Seguridad Pública que se jacta de ser incondicional de Julián Ricalde Magaña, es Felipe Arguelles Mandujano, ex comandante del extinto Grupo de Acción Preventiva, GAP, de la policía.
El también conocido como “Rayo” ha vociferado dentro de la corporación policiaca que él y un grupo de “amigos” ayudaron a Ricalde Magaña de manera económica en el último tramo de la campaña proselitista de quien a partir del mes de abril se convertirá en alcalde de la ciudad.
Las palabras de Felipe Arguelles Mandujano van en el sentido de es “protegido” del nuevo presidente municipal y que tendrá mucho peso cuando éste tome posesión de forma oficial.
Ambos personajes incluso han intimidado a nombre de Julián Ricalde Magaña, quien no se ha pronunciado al respecto a pesar de que su nombre está relacionado ya con actividades que son señaladas como delictivas dentro de la Secretaría de Seguridad Pública. (Fuente: Por Esto! de Quintana Roo)