CANCÚN, MX.- Algunos son “halcones”, otros operativo y otros “panteras”. De acuerdo con información a la que obtuvo acceso Novedades de Quintana Roo, son 35 integrantes de “Los Zetas” lo que aún no han sido capturados y que son igual de peligrosos o sanguinarios que Bernardo González Castillo, alias “El Memín” o “El Comandante Pelón”, el primero muerto en un enfrentamiento con personal de la Policía Judicial del Estado (PJE) y el segundo actualmente bajo un proceso penal.


Los nombres y apodos de los sicarios que aún faltan por detener se obtuvieron de las declaraciones que en su momento dieron algunos integrantes de esta célula del crimen organizado, detenidos en meses pasados.
Los nombres que se manejan son: Pedro, Marcos, José, Carlos, Miguel y Félix. Sin embargo de acuerdo al testimonio que dio en su momento ante el agente del Ministerio Público del Fuero Común, Sandra Jazmín Córdova Buenfil, alias “La Brisa”, detenida en junio de 2010, la célula de “Los Zetas” en el estado se compone de 50 sicarios.
“El Jairo”, “El Homs”, “La Pulga”, “El Percas”, “El Güero”, “El Camaleón”, “El Garrobo”, “El Huacho”, “El Lobo”, “El Minini”, “El Cheef” o “Zurdo”, “La Viejita”, “El Ratón”, “La Iguana”, “El Pinocho” (Luis Enrique), “La Gordita”, “La Rubia”, “La Betina”, “El Marino”, “El Piña”, “La Tuta”, “El Christian”, “El Román”, “El Boci Boci” o “El Bocina”, “La Estrella”, “El Guapo”, “El Chumi” y “El Primero”, son algunos de los apodos dados a conocer a las autoridades.
La estructura de esos asesinos de la temible organización delictiva, cuyos apodos y nombres figuran en los expedientes de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), se compone de tres “Estacas”, es decir, grupos.
Éstas están conformada por un grupo operativo (los que levantan y ejecutan), “Halcones” (lo que vigilan los movimientos militares y policíacos) y “Las Panteras” (los que alquilan casas de seguridad, compran despensa y lavan la sangre de los ejecutados).
De acuerdo con informes de la procuraduría estatal, las labores de investigación e inteligencia los han llevado a saber cómo funciona su operatividad a nivel nacional. Es similar a una corporación policíaca.
Los sicarios son rotados a otros estados, cuando “la plaza” se “calienta”, es decir, en el momento que sienten que las autoridades policíacas están sobre ellos y a punto de ser detenidos, así como sucedió con Bernardo González Castillo, alias “El Memín”, quien fue abatido por elementos de la PJE, el pasado 19 de enero, durante un enfrentamiento en el fraccionamiento Paraíso Maya. Su cuerpo quedó a bordo de un taxi, donde llevaba maletas, listo para retirarse de la ciudad.
Las declaraciones que realizaron “El Javi”, “El Pando”, El Negro”, “La Brisa”, “El Zafiro”, actualmente en la Cárcel de Cancún y bajo varios procesos penales por homicidio calificado, señalan como se da la rotación de personal. Incluso dan apodos de quienes eran sus jefes en otros estados, como Veracruz: “El Destroyer”, “El Charly”, “El Mikimba”, “El Chino”, “El Jonny” y “El Virtito”.
Los salarios son similares en todos los sitios donde “Los Zetas” operan. En Veracruz y Tamaulipas, a “El Javi” o “El Búho” (Julio César Natarén Flores), actualmente detenido, le pagaban cuatro mil pesos quincenales, ocho mil al mes, para hacer funciones de “Halcón”; cuando fue trasferido a Cancún le pagaron lo mismo.
Para lograr entrar al grupo “operativo”, se tiene que cortar la cabeza a tres personas, con lo que suben de jerarquía y ganar diez mil pesos aproximadamente a la quincena.
Según las declaraciones de los últimos detenidos, el que está al frente de la célula de “Los Zetas” en Cancún es “El Primero”, quien los dota de uniformes policíacos, armamento y vehículos. (Fuente: SIPSE/Novedades de Quintana Roo)

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