CHETUMAL, MX.- El ex secretario de Salud, Juan Carlos Azueta Cárdenas, se deslindó de cualquier responsabilidad en el caso de las 65 mil vacunas perdidas por fallas en las cámaras refrigerantes y señaló que no hubo intención de mentir al haber dicho que esas dosis estaban aseguradas, cuando ahora se sabe que no es así.
En tanto, el contralor del estado, Gonzalo Herrera Castillo, afirmó que para esa instancia el asunto ya es caso concluido y no hubo responsabilidad alguna de funcionarios: “Fue un error o mala instalación de la empresa que colocó la cámara refrigerante y ellos deberán hacer la reposición”.
En entrevista y a pregunta expresa, sobre la primera versión que se dio sobre el seguro de esas vacunas, el ex secretario dijo que no hubo mala intención ni mentira al respecto y explicó que como el incidente ocurrió en un fin de semana previo al cambio de administración, no hubo posibilidad de contar con muchos datos: la investigación apenas estaba en curso.
“Simplemente se da este suceso en el fin de semana previo al cambio de administración y nosotros prácticamente sólo tuvimos el lunes siguiente para hacer algunas investigaciones, había poca información en ese momento en cuanto al suceso y de ninguna manera hubo intención de engañar o mentir”.
Azueta Cárdenas, ahora dirigente de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares (CNOP), dijo que edificios públicos y productos u objetos de esta dimensión “históricamente los ha asegurado la federación, por eso en un momento dado se habló de que hayan estado aseguradas estos lotes y no había ese seguro, pero lo que hay que ponderar es que esto fue un accidente y que como tal puede suceder en cualquier parte, yo así lo catalogué en su momento, como un hecho fortuito, circunstancial”.
Consideró que dado el origen del accidente, ni siquiera es posible responsabilizar a alguien del asunto. “No necesariamente debe haber responsables, en un accidente, puede haber hechos que propiciaron el accidente, pero no una responsabilidad”.
En tanto, el contralor de la entidad, Gonzalo Herrera Castillo señaló que se realizó la investigación correspondiente y se determinó que fue un error de la empresa Jairo, que hizo la instalación de la cámara refrigerante, por lo que asumió su responsabilidad y tendrán que ser ellos los que repongan las dosis que se echaron a perder.
Para la Contraloría, dijo, es un caso concluido, no hubo responsabilidad de funcionario alguno y será la empresa la que se encargará de pagar las vacunas, concluyó. (Fuente: SIPSE/Novedades de Quintana Roo)