Liberan a ex compañero de cárcel en Tepic de Salvador Rocha

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CANCÚN, MX.- Libre Mariano Martínez Reynoso, quien fue elemento administrativo de la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito y que estuvo recluido en el penal de Tepic, Nayarit, fue absuelto de la sentencia condenatoria por la vía de la apelación.


Como parte de la defensa que realizaron los abogados que intervinieron en el caso de Martínez Reynoso detenido aquí el 2 de septiembre del 2009, (cuando estaba al frente de la corporación policiaca, Urbano Pérez Bañuelos) se combatieron las acusaciones que realizó el testigo protegido identificado como “Zajed”, quien señaló y realizó graves imputaciones, vinculados con el crimen organizado contra Martínez Reynoso quien salió libre hace unos días.
Y entre ellas, de haber participado en actos ligados al crimen organizado, delitos contra la salud y sobre todo, de estar incluido en una narconómina, como señala la causa penal 301/2009.
Y es que ese testimonio del testigo protegido fue combatido al tomarse en cuenta que un solo testimonio (de un testigo singular) no es suficiente la imputación directa, si no está apoyada en otros datos que sustenten la veracidad de los hechos. Es decir, la eficacia probatoria del testigo, si bien constituye un indicio, para que adquiera valor probatorio es necesario que se robustezca con otros medios de prueba. Lo cual no ocurrió porque las acusaciones se apoyaron con un testigo de oídas o referencias, y que su única fuente de conocimiento es un testimonio.
Además, los abogados comprobaron que la sola imputación de un testigo que afirma que el acusado le platicó ser el responsable de un ilícito, no es suficiente para fincar a una persona un auto de formal prisión y mucho menos sentencia condenatoria, si no está corroborada por más datos de forma contundente que lo hagan veraz y que comprueben la probable responsabilidad del inculpado.
También la defensa legal de Mariano Martínez Reynoso señaló que el testigo protegido “Zajed” se ha equivocado al confundir a otros acusados, pues además sus testimonios no estaban robustecidos de forma concreta y pese a ello los agentes del Ministerio Público Federal de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) actuaron contra él sin pruebas fehacientes.
La detención, miércoles 2 de septiembre del 2009
Cabe recordar que en septiembre del 2009, esposados y escoltados por elementos del Ejército y de la SIEDO fueron trasladados a la ciudad de México en un jet de la Procuraduría General de la República (PGR) con matrícula XC-LKA y por presuntos nexos con la delincuencia organizada y delitos contra la salud, Salvador Rocha Vargas, (quien también fue liberado) y en ese entonces, secretario estatal de Seguridad Pública; Alejandro Betancourt Pérez, director de la Policía Turística y ex presidente del Colegio de Abogados del Estado; David Lozano Antillón, entonces agente del ministerio público y Mariano Martínez Reynoso, elemento administrativo de Seguridad Pública.
Fue a las 8:30 de la noche, cuando cinco vehículos arribaron a la terminal de aviación privada de FBO (siglas en inglés) del Aeropuerto Internacional de Cancún; dos camionetas tipo Suburban, una tipo Jeep Liberty, otra tipo Pick Up, así como una Hummer, ambas del Ejército, que es en donde iban los cuatro detenidos y en donde permanecieron los detenidos, desde su llegada hasta que abordaron la aeronave.
Y custodiando a los acusados estuvieron alrededor de 25 elementos entre militares y personal de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO).
Fue a eso de las 9 de la noche cuando la tripulación de la aeronave puso en movimiento las turbinas del avión, y a los 10 minutos los elementos del Ejército Mexicano comenzaron con el traslado desde las mismas instalaciones aeroportuarias y la caravana de cinco vehículos se trasladó hasta la aeronave.
Aproximadamente a unos 20 metros detuvieron las unidades y descendieron los cuatro detenidos, ya esposados, quienes fueron conducidos para ingresar al avión.
El primero en abordar la aeronave fue Salvador Rocha Vargas, entonces secretario estatal de Seguridad Pública; seguido de David Lozano Antillón, como agente del ministerio público; Alejandro Betancourt Pérez, en ese momento, director de la Policía Turística; y Mariano Martínez Reynoso, que estuvo como elemento administrativo de Seguridad Pública municipal y Tránsito. (Fuente: Por Esto! de Quintana Roo)

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