PLAYA DEL CARMEN, MX.- Gerardo Ramírez García, ejecutado la noche del miércoles en la Riviera Maya, ya había sufrido un atentado apenas el lunes anterior cuando su finca ubicada en la colonia Jardines del Sol en Zapopan, Jalisco, fue atacada con un artefacto explosivo encontrado por las fuerzas militares destacadas en Guadalajara, Jalisco.
PLAYA DEL CARMEN, MX.- No obstante que la PGJE no ha establecido el móvil de la ejecución del empresario Gerardo Ramírez García, 31 años de edad, originario del estado de Michoacán, asesinado de siete impactos de bala, se maneja la hipótesis que pudo haber sido puesto por su “amigo” que recogió horas antes en el aeropuerto de Cancún, porque después de radicar un año en esa ciudad, el día de su asesinato había cambiado su residencia a este polo vacacional, y sólo el “amigo” quien desapareció después del crimen, tenía conocimiento de ello.
Alrededor de las 22:30 horas del miércoles, Gerardo Ramírez García fue asesinado de siete balazos de armas tipo escuadra calibre 9 milímetros, cuando estaba abordando su automóvil, por dos sicarios que le dispararon a “quemarropa” desde la portezuela del lado del conductor y de la ventana trasera del mismo lado, haciendo impacto en dos ocasiones en el brazo izquierdo, cuatro en la espalda y finalmente el sello del crimen organizado, el tiro de “gracia”, en los parietales (“coronilla”).
De acuerdo a las investigaciones de las autoridades de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), el empresario Gerardo Ramírez García, quien al parecer no cuenta con antecedentes criminales, se dedicaba a la compra-venta de ropa, la adquiría en Belice y después lo enviaba a Guadalajara para su comercialización, y tenían un año viviendo en Cancún, y precisamente el día de su muerte, había cambiado su residencia a esta ciudad, y alrededor de las 15:00 horas del miércoles pagaron la renta del condominio en el edificio Villas 38, ubicado en la calle 38 entre la Quinta avenida y la avenida Primera privada.
Después de pagar la renta retornaron a Cancún por unas cosas, y de regreso a esta ciudad, pasaron a recoger a un amigo del occiso en el Aeropuerto Internacional de Cancún, y a quien la ahora viuda no conoce, llegaron alrededor de las 19:00 horas, los tres y la hija de siete años del matrimonio, subieron al condominio y alrededor de las 22:30 horas bajaron por el elevador para ir a cenar en el restaurante que se encuentra junto al edificio Villas 38.
Debido a que cada condominio tiene un cajón de estacionamiento, Gerardo Ramírez García, se adelantó a su esposa Yadira Valdés Lozano, de 27 años de edad, y a su amigo, para mover el automóvil marca Dodge, tipo Attitude, color champagne, con placas de circulación 28-11-TRN, de la rentadora de autos Adocar Rental al estacionamiento y en el momento que se subía fue abordado por dos sujetos, uno que se paró a su lado y con el que forcejeó fue quien al parecer le disparó en dos ocasiones en el brazo izquierdo, y también le dio el “tiro de gracia” después que el otro sicario desde la ventanilla trasera izquierda le disparó en cuatro ocasiones en la espalda.
Para las autoridades de la PGJE, el “amigo” es sospechoso de haber puesto al joven empresario a los sicarios, porque no solamente era el único que sabía que se encontraba en esta ciudad, después de cambiarse de lugar de residencia, sino que después de la cobarde ejecución desapareció de la escena del crimen y sigue sin aparecer.
Hasta la noche de este jueves, el cadáver del joven empresario Gerardo Ramírez García, 31 años de edad, originario del estado de Michoacán, no ha sido reclamado y continúa en las instalaciones del Servicio Médico Forense (Semefo). (Fuente: Por Esto! de Quintana Roo)
En las primeras líneas de investigación, se sabe que Ramírez García era relacionado con La Familia, Michoacana, para quien lavaba dinero, pero que tuvo un problema por lo que tuvo que huir y se refugió en Playa del Carmen.
Se sabe que en Cancún tenía un “amigo”, a quien le confió su problema y lo vino a buscar para ir Playa del Carmen a donde lo invitó a cenar, sin saber que lo iba a traicionar, pues lo entregó porque solo él sabía que se encontraba en Quintana Roo.
Otra versión señala que Ramírez García ya tenía radicando un año en Quintana Roo y se dedicaba a la compra de ropa en la Zona Libre de Belice, la cual enviaba a Guadalajara, tal y como informamos en nota aparte en nuestra sección Municipios, página 1.
La investigación por lavado de dinero, se realiza debido a que tenía bajo su nombre dos bares en Zapopan, además de una cadena tiendas de autoservicio, por lo cual las autoridades federales comenzaron a vigilar sus movimientos.
Ramírez García fue reconocido como propietario y gerente del bar “La Coincidencia”, ubicado en el municipio de Zapopan, Jalisco en la avenida Patria casi esquina con Mariano Otero número 2855.
Apenas hace dos semanas, la Dirección de Fiscalización del Ayuntamiento de ese municipio realizó un operativo de inspección y vigilancia donde le dejó el requerimiento a los encargados del bar por no tener señalamientos en sus accesos de salida de emergencia.
Asimismo, apenas el lunes anterior la policía municipal de Zapopan y el Ejército recibieron un reporte de una explosión en la colonia Jardines del Sol alrededor de las 5:40 de la madrugada.
El reporte se originó a las afueras de la finca marcada con el número 4271 de la calle Quetzalcóatl en la esquina con Padro de los Laureles en el municipio de Zapopan, Jalisco.
La movilización de efectivos policiacos y militares se debió a que un artefacto explosivo de fabricación casera estalló a las afueras de la finca.
Posterior al atentado, una intensa movilización de diversas corporaciones se dio cita en el lugar.
Según versiones aportadas por vecinos, los primeros en arribar a sofocar el incendio fueron los bomberos municipales, aunque poco después llegaron los policías de Zapopan, e incluso arribó el Ejército Mexicano, quienes se dieron a la tarea de acordonar la zona.
Y aunque no se reportaron víctimas mortales, e incluso se descartó que hubiera personas lesionadas, los vidrios de cuatro casas aledañas explotaron y tres vehículos resultaron con daños.
“Tenemos el reporte de un aparato explosivo que, indican los vecinos de aquí, sucedió por la mañana (…) arribamos al lugar y nos encontramos con que afectó a tres vehículos, entre ellos cuatro fincas”, refirió el oficial tercero, Nicolás Martínez Almaguer.
El agente zapopano agregó que la bomba casera podría haber tenido como objetivo el interior de la casa, aunque una mala puntería del agresor provocó que esta rebotara en el cancel de entrada y fuera a dar contra el costado derecho de una Jeep Grand Cherokee en color café, con las placas 317-VSN del Distrito Federal.
“Se cree que fue provocado por una persona, en una agresión dirigida hacia una finca, sólo que el explosivo detonó afuera”, refirió.
Habitantes de la zona declararon a las autoridades que la casa en cuestión es habitada por una señora de la tercera edad y un joven llamado Gerardo Ramírez García, de 26 años de edad, quien –dijeron– es dueño de un bar “La Coincidencia” ubicado en la avenida Patria, casi a su cruce con Mariano Otero. (Fuente: Por Esto! de Quintana Roo)