CANCÚN, MX.- Con la llegada de la temporada de “vacas flacas”, además de hoteles que cierran cuartos, plantas o incluso las instalaciones completas, se presenta el fenómeno de reducir las tarifas, que no puede considerarse abaratar el destino sino aplicar precios más bajos a las tarifas vigentes, lo que se aplica no sólo en Cancún, sino a nivel nacional e internacional.
De hecho, los hoteles de la zona de playas, al igual que los del centro de Cancún, comienzan a aplicar una disminución en sus tarifas que en algunos casos alcanza hasta el 20 por ciento, estrategia que genera opiniones encontradas entre el sector porque mientras unos empresarios del ramo opinan que es preferible armar paquetes promocionales u ofrecer ciertos pluses por el mismo precio y mantener las mismas tarifas, otros apoyan la iniciativa de ofrecer descuentos en el precio del cuarto.
Tal y como señaló Juan Carrillo Padilla, vicepresidente de Turismo de la Canaco, más vale un cuarto abierto malbaratado, que uno vacío, porque a fin de cuentas ambas opciones generan gastos operativos, con la diferencia de que es más probable tener ocupada una habitación que se oferta a menor costo que en temporada alta a otra cuyo precio no se modifica.
El problema para esta temporada baja es que, además del tradicional descenso en el número de visitantes, la crisis económica por la que pasan los Estados Unidos, además de otros países de Europa, podría reducir aún más el número de turistas que arriben tanto a Cancún como al resto de los destinos del norte de Quintana Roo.
De ahí, que algunos empresarios hoteleros apuesten por reforzar las promociones en los mercados tradicionales, como el norteamericano, en virtud de que muchos residentes en el vecino país aún pueden permitirse el lujo de viajar, así como poner más énfasis en Brasil, una de las pocas naciones de América Latina que puede presumir de haber salido de la crisis.
El refuerzo de promociones también abarca al segmento de turismo de alto poder adquisitivo norteamericano, debido a que durante la temporada alta no ha cubierto las expectativas depositadas en este mercado; muchos optaron por no viajar fuera de Estados Unidos y pasar sus vacaciones en otros destinos al interior de su país.
En lo que respecta a los centros de hospedaje en la ciudad, que suman alrededor de seis mil cuartos, Carrillo Padilla mencionó que a causa de la crisis los visitantes nacionales que llegan lo hacen con presupuestos más reducidos, razón por la que su permanencia en los hoteles no es por muchos días, contrario a lo que sucedía hace algunos años, cuando familias completas se hospedaban por más de una semana.
Dijo que en el centro de la ciudad los hoteles mantienen sus ocupaciones relativamente altas durante todo el año gracias al turismo de negocios, pero también este mercado acorta sus estancias y actualmente se limita a rentar un cuarto exclusivamente por el tiempo necesario para concluir con su trabajo, mientras que antes permanecían varios días e incluso prolongaban su estancia durante el fin de semana, especialmente si llegaban acompañados. (Fuente: Por Esto! de Quintana Roo)
