CANCÚN, MX.- Invicto en los juicios que promovió contra infractores de la ley ambiental; con la frente en alto por haber defendido “con toda la garra” los recursos naturales de México y listo para incorporarse al sector privado, Raziel Villegas Núñez, renunció al cargo que ocupaba como director de Impacto Ambiental de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).
En entrevista con El Periódico, rechazó haber tenido enfrentamientos con el nuevo equipo del procurador, Hernando Guerrero Cáceres, quien sustituyó a Patricio Patrón Laviada, anterior titular de la Profepa.
Sin embargo, reconoció que hay “un estilo diferente” de trabajar, con el cual no coincide.
“No todo el mundo tiene el mismo estilo. Con Patricio Patrón yo estaba acostumbrado a entrarle a los problemas de frente, a hacer cumplir la ley y el respeto al Estado de Derecho.
“Estaba acostumbrado a realizar operativos, a ir y venir, a aplicar clausuras. Ahora el trabajo es distinto y no congeniamos igual. El procurador fue muy amable, muy decente y no tengo nada malo que decir pero… son estilos de trabajo distintos”, expresa.
Elvira canceló su ascenso como subprocurador…
Negó que el aún titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Rafael Elvira, lo hubiese bloqueado o que gestionara su salida, pero aceptó que fue él, quien revirtió -el año pasado- su promoción de director general a subprocurador jurídico, lo que implicó la cancelación de su nombramiento.
“Mi nombramiento como subprocurador jurídico contaba con la anuencia de la Consejería Jurídica de la Presidencia de la República, y fue una promoción en reconocimiento a mi trabajo, por parte del procurador Patrón Laviada.
“Fue Juan Elvira quien mandó el oficio para decir que ese nombramiento no estaba aprobado y ordenaba que se nulificara. Fui institucional y no me inconformé, seguí trabajando, pero sí molesta e incomoda”, dice.
El “cuenta cuartos” y la ruptura…
Sin conceder, indica que si hubo algún roce con el secretario de Medio Ambiente, “debió ser por el ‘cuenta cuartos'”, programa elaborado por la Profepa entre febrero y marzo del 2009 para conocer el número de habitaciones en la zona turística de Cancún, que reveló una sobredosificación de, al menos, seis mil habitaciones.
Elvira Quezada desestimó duramente los resultados de aquella iniciativa, aseverando que la Profepa “no supo contar”.
“Ignoro si él tenía algo en mi contra. Pensaría que no, porque cuando estuve en Semarnat, me encargó los juicios más delicados, lo que significa que confiaba en mi trabajo.
“Si había tensión entre Semarnat y Profepa, no lo sé, pero lo que no había era un trabajo coordinado y el ‘cuenta cuartos’ es el ejemplo más claro. Con 130 expedientes y actas levantadas, no puedes venir a decir que ‘no sabes contar’, cuando después de casi dos años no has precisado cuál es la cifra que dices que es la correcta”, manifiesta.
– ¿Y sí contó bien?- se le pregunta. “Por supuesto que contamos bien. Tan se sabe que el resultado es correcto, que es hora que no hay otro conteo. Ojalá que cuando lo hagan, si se confirman nuestros resultados, se tenga la valentía y el honor de reconocerlo y que no se disfracen las cifras.
“Dicen que lo hará la Unicaribe; esperemos que no se deje influenciar. También sabemos que hay pendientes por ahí unos cambios de uso de suelo en terrenos forestales (para ampliar sus instalaciones), así que ojalá no vaya a ser esa la moneda de cambio”.
Nada personal…
Criticado por su estilo, que para algunos era protagónico y duro, para otros, fruto de una consigna con origen en enconos políticos entre Patrón Laviada y el entonces gobernador de Quintana Roo, Félix González Canto, Villegas Núñez se dijo consciente de las enemistades que ganó, principalmente aquí, entre algunos empresarios y autoridades locales, incluso, dentro de la propia Semarnat.
“Sí, sí fui un funcionario sumamente incómodo, pero para los que violaban las leyes ambientales, porque mi labor era hacer respetar el marco legal, no solo en Quintana Roo, sino en todo el país.
“Fui incómodo para los infractores y para quienes quizá, tenían otros intereses que no eran los de hacer prevalecer el Estado de Derecho”, dijo, para luego comentar que sus inspectores y él, enfrentaron situaciones de riesgo en estados como Oaxaca, Guerrero, Chiapas o Nayarit.
Contó brevemente que un alcalde en Oaxaca les corrió de la municipalidad; que en las costas de Guerrero, miles de pobladores invadieron una extensa porción de la zona federal marítimo terrestre y no pudieron entrar, pues habría sido “un suicidio”, ya que no contaban con el apoyo del presidente municipal ni del gobernador, en ese entonces.
“Algunos inversionistas, empresarios, autoridades, creyeron que actuamos con revanchismo o por cuestiones personales y puedo entenderlo; sin embargo, Quintana Roo era uno de los 284 asuntos que llevábamos en todo el país.
“Pueden decir que fui rudo y duro, pero jamás sobrepasé mis competencias; que tuvimos que hacernos acompañar de la fuerza pública en algunos casos… sí y lo lamento, pero en algunas zonas del país nos mataron inspectores o intentaron lincharnos, como sucedió en Quintana Roo cuando nos echaron encima a los trabajadores de un hotel. Yo no iba a arriesgar a mi gente”, argumentó.
El ex funcionario subrayó que en aquellos operativos tan polémicos, con marines, elementos de la policía y enormes mantas colocadas sobre instalaciones hoteleras en el Parque Nacional Tulum o en la zona de playas de Cancún, “jamás nos metimos con ningún turista; jamás desalojamos a algún vacacionista”.
“Incomodé y pisé callos”: RVN…
El abogado se ganó también la animadversión de algunos jueces, debido a que promovió recursos de queja en su contra por actos irregulares, los cuales ganó.
“Me llena de orgullo el haber roto la inercia de que la administración pública siempre perdía los casos. Nos enfrentamos a jueces corruptos y salimos adelante.
“Promovimos un recurso de queja y el Consejo de la Judicatura Federal ordenó la sanción al juez cuarto de Distrito, quien fue suspendido de sus funciones por un periodo y sin goce de sueldo porque obró mal. EL dictamen concluyó que ese juez denotó una clara ineptitud”, expresa.
También denunció al juez segundo de Distrito, Gabriel García Lanz, “que era evidente que no resolvía conforme a Derecho”. El juzgador incluso fue transferido a Mérida.
El juez cuarto estaba a cargo del caso del hotel Mezzanine, localizado dentro del Parque Nacional Tulum; mientras que a García Lanz “extrañamente”, le caían todos los casos ambientales y, particularmente los del actor Roberto Palazuelos, cuyo hotel enfrentaba clausuras en materia de impacto ambiental y zona federal.
“Por eso salgo con la frente en alto. Nosotros nos fuimos invictos. Ganamos todos los juicios que tuvimos a cargo y defendimos con toda la garra y todos los elementos, los recursos naturales de México y la legalidad”, resaltó.
Raziel Villegas… ¿protagonista?
Expuesto constantemente ante los medios de comunicación para dar cuenta de las acciones realizadas en el estado, Villegas Núñez apareció en portadas de periódicos, en programas de televisión y en entrevistas de radio.
Sin guardar las formas, emitió declaraciones y señalamientos que, junto con su constante aparición mediática provocaron que más de un empresario o funcionario público local, lo tachara de “pagado de sí mismo” o de “protagonista”.
– ¿Compromiso o protagonismo? ¿qué impulsó sus acciones?- se le preguntó.
“Fueron las circunstancias que así lo demandaban. Quintana Roo es la entidad del país en donde existe el mayor crecimiento de la industria turística, y es el sitio del país en donde menos se respeta la ley. Y mi chamba era hacer cumplir la ley. Ese era mi compromiso”, indicó.
Abogado, ni de Palazuelos, ni de Zalvidea…
De su futuro, el entrevistado adelanta que se incorporará al sector privado, brindando asesorías jurídicas, litigando.
Presentó su renuncia hace apenas cuatro días y se hizo efectiva el miércoles. Nadie del “nuevo equipo” en Profepa lo detuvo, pero en otras dependencias del sector, lo conminaron a entrar en razón.
“Me voy guardándole mucho cariño a la institución, que es mucho más grande que lo que son las personas. La Profepa me hizo aprender muchísimas cosas y me enseñó a amar el medioambiente. Sólo que ahora siento que puedo seguir dando mucho, pero desde otra trinchera.
“Después de 10 años dentro de la administración pública es hora de pensar en proyectos personales. Uno se parte el alma y se gana lo mismo, mientras que afuera ese trabajo se ve reflejado en el bolsillo. El sector público es ingrato y quien entra, sabe que así es”, reflexionó.
Se le pregunta si ahora del otro lado, aceptaría brindar sus servicios para Roberto Palazuelos, actor y empresario con el que se enfrentó por el tema del Parque Nacional Tulum o con el hotelero Fernando García Zalvidea, a quien le clausuró las obras no autorizadas para ganar playa frente a sus centros de hospedaje en Cancún.
“Con Palazuelos fue más el ruido que se hizo porque él decidió litigar en los medios. Y la verdad es que Zalvidea me odia lo suficiente como para ofrecerme trabajo y tampoco me interesa.
“Un abogado vive de su prestigio y tendré que tener mucho cuidado al momento de elegir a mis clientes, porque no puedo defender a cualquiera. Jamás defendería a un ecocida, por ejemplo. Además quiero seguir durmiendo tranquilo”, declaró. (Fuente: El Periódico)