Como buen isleño, Julián Ricalde casi siempre pega de “hit” en las preguntas que diariamente le hace la fuente del Palacio Municipal.
Apartemente había dado un imparable, cuando ofreció que revisaría los permisos municipales, que le dieron, en el trienio anterior, al empresario filo priista Isaac Hamui, para el hotel del Centro de Convenciones, que contribuiría a arruinar a la zona hotelera.
Dijo lo que era políticamente correcto, pero luego el “día a día”, diluyó el tema.
Pero parece que Ricalde dio de faul, pues simplemente el hotel del Centro de Convenciones, no cumplió todos los requisito para los permisos de cambio de uso de suelo, y en particular faltó hacer la consulta pública, que no es cosa menor.
Ya hay antecedentes de cabildazos en venta de terrenos municipales y cambios de uso de suelo, que revirtió la Sala Constitucional y Administrativa del Tribunal Superior de Justicia del Estado.
Solo faltaría, lo que le llaman, voluntad política.
Pero, para el perredista Julián, primero está la voluntad del Primer Priista del Estado.
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