Al coordinador de los diputados perredistas, Antonio Meckler no le alcanza la saliva para lavarse la cara, luego que tres de los cuatro legisladores del sol azteca votaron a favor de la reestructuración y bursatilización de la deuda estatal para llevarla a la friolera de 13 mil 227 millones 990 mil de pesos.
Palabras más, palabras menos, dijo que hubiera sido irresponsable que el PRD no se sumara a esta votación.
Pobre, muy pobre el argumento con el que este operador estrella de Julián Ricalde, pretende salvar su honor.
En términos prácticos era intrascendente si el PRD votaba a favor o en contra de este dictamen, pues el PRI, con sus aliados del PVEM y Panal, ya tenía los votos suficientes.
Y más penoso resulta ser el anuncio de Meckler de que el PRD buscará juicio político contra Félix González Canto, por contratar él solito una deuda de ocho mil millones de pesos. Que al ex Gobernador se le finque una responsabilidad, es casi imposible ante la mayoría priista y de sus aliados en el Congreso local.
En términos concretos, Meckler y Julián Ricalde se convirtieron en cómplices de Félix González y Roberto Borge, en el mayor desfalco en la historia de Quintana Roo.