Los demonios se desataron en Tulum.
La presidenta municipal, Edith Mendoza Pino, se cargó al activista Javier Flores Flores y a varios periodistas.
El activista, que asumió los mismos de reunir formas para destruir a la Alcaldesa, estaba a bordo de un automóvil, junto con otros cuatro periodistas.
Fueron detenidos bajo la acusación de alterar el orden público, al señalarlo de repartir un semanario, en el que aparece un artículo sobre la forma es la que la Alcaldesa ascendió en la política.
Al frente del operativo policiaco estuvo Adrian Valdovinos, jefe de la Ayudantía de la Presidenta Municipal.
El activista y dos periodistas fueron consignados al Ministerio Público bajo el ridículo cargo de atentar contra la integridad moral de la Alcaldesa.
Hace apenas unos días se había alcanzado un acuerdo para dejar políticamente en paz a Edith Mendoza. Pero al parecer, ni ella se ayuda.