Queda confirmado que minimizar los problemas, no los resuelve.
Y es que todo parece indicar que en el municipio de Solidaridad está ocurriendo algo que las autoridades no quieren ver.
Si bien, Miguel Ramón Martín Azueta es ave de las tempestades, el atentado en su contra, en el que murió su compadre, Rolando Gómez, se suma a una cadena de ataques a autoridades de esa localidad, incluido el actual Edil, Filiberto Martínez Méndez.
Apenas el martes circulaba el enésimo rumor sobre la salida de Bibiano Villa Castillo, que se supone iba a meter al orden al crimen organizado.
Y lo cierto es que la llegada de este General no ha servido para nada.
Los ataques a políticos hacen sentir al ciudadano de pie cada más desprotegido, en la carrera que la que la delincuencia va ganando en Quintana Roo.
Es tiempo de redefinir prioridades y dejar temas como los partidos de futbol, los viajes, y los festejos en un segundo plano.
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