Así como dice una cosa, “Beto” Borge dice y hace otra.
Y es que a partir del 37 aniversario de la creación del estado, le ha dado por dar lecciones de democracia e imparcialidad, y hasta lanzar advertencias a los cinco (ahora quizá cuatro) alcaldes de “oposición”.
No le fue suficiente la tribuna del Congreso del estado, en donde dijo cosas relacionadas a los valores democráticos, respeto a la ley y apoyo a la autoridad electoral, si no que al día siguiente se fue contra los alcaldes para advertirles que nos desvíen recursos públicos.
Pero, más que Gobernador, “Beto” ha sido fervoroso activista del PRI y de Enrique Peña Nieto.
No sólo porque ayer abiertamente se pronunció por el mexiquense, sino que en su agenda resaltan los actos priístas, hasta actos de la CNC, y preferentemente viste de rojo en días laborables.
Por si fuera poco, ha ahorcado económicamente a alcaldes de oposición y ha orquestada verdaderas campañas contra los ediles que se han rebelado.
Quien debería atender los valores democráticos, respetar la Ley y apoyar a la autoridad, pues debe ser el propio “Beto” Borge.