CANCÚN, MX.- Hoy inicia el horario de invierno y aunque las autoridades hablan de un beneficio a nivel macro, para el ahorro de energía del país, la ciudadanía en general, no lo percibe así para sus bolsillos, pues continúan cada vez más pagando altas tarifas, en especial en el estado de Quintana Roo.
Una de las desventajas que inicie dicho periodo, es que se incrementa el costo por kilowats de consumo, porque se da por sentado, que al hacer otoño e invierno, no se utiliza tanto aires acondicionados o ventiladores, lo cual es un error en sitios como Quintana Roo, donde durante todo el año, hay clima caluroso.
Precisamente, esa es la lucha que tiene la Confederación de Organizaciones Obreras y Campesinas, junto con diversos empresarios en el destino, los cuales buscan que la tarifa que se paga en algunas zonas del estado, sea acorde al sitio geográfico que le corresponde.
De acuerdo a Mario Machuca, líder de dicha agrupación sindical, los hogares en Cancún, pagan hasta 10 veces más que otros en la republica mexicana.
Por lo que no es extraño, ver recibos de cinco mil pesos en consumo de energía eléctrica, en familias de cuatro personas, que cuentan con apenas lo indispensable, como refrigerados, televisión, licuadora, y ventilador.
Sin embargo, las autoridades, se empeñan en afirmar que con el cambio de horario, al ahorrar cada familia energía en un kilo watt hora, la luz que se ahorra a nivel nacional puede ser empleada en otras partes del país, lo cual no es un aliciente para nadie.
El ‘cambio de hora’ comenzó en 1974, cuando se produjo la primera crisis del petróleo y algunos países decidieron adelantar sus relojes para aprovechar más la luz del sol y consumir menos electricidad. En México se empezó a aplicar desde 1996. Actualmente unos 90 países lo hacen.
Aparte del poco beneficio que implica en ahorro para la ciudadanía, estudios han dado como resultado, que fisiológicamente los cambios de hora estacionales sí afectan, pues provocan fatiga, cansancio y alteración en las horas de la comida
Las personas proclives a la depresión, por ejemplo, suelen recaer en invierno cuando hay menos horas de luz. En esto interfieren el sistema nervioso y el cerebro. Cuando entra la luz en la retina produce estímulos al cerebro, que regula los niveles hormonales de melatonina y serotonina (‘hormona de la felicidad’) al percibir el cambio de horas de luz que recibe. Al individuo le cuesta conciliar el sueño, sobre todo a niños y ancianos. (Fuente: El Periódico)