CANCÚN, MX.- Se recrudece la tensión entre policías municipales de Cancún y judiciales estatales, al tomar fotografías a efectivos de la PJE que acudieron en vehículos con reporte de robo al lugar donde fue encontrado el cuerpo de un hombre ejecutado, tirado por sicarios en la profundidad de un pozo a un costado de la carretera Cancún-Mérida, a la altura de Gas Auto, donde últimamente fueron encontrados los cuerpos de otros cuatro ejecutados.


El jaloneo entre agentes de la Policía Judicial del Estado (PJE) y elementos de la Secretaría Municipal de Seguridad Pública, se dio, cuando los preventivos se retiraban del lugar y al pasar por una brecha fotografiaron con celulares, los vehículos de los judiciales que han sido decomisados al crimen organizado (generalmente robados), y son utilizado por el personal de la Subprocuraduría General de Justicia del Estado, ya que los verdaderos propietarios ignoran que han sido recuperados.
Un judicial que se encontraba oculto entre la maleza, alertó a sus compañeros que elementos de la unidad 5533, de la Secretaría Municipal de Seguridad Pública había tomado varias fotografías a los vehículos utilizados por los judiciales.
“Son vehículos con reporte de robo, decomisados a los presuntos delincuentes que operan en esta ciudad, por eso, ellos no presentan a los verdaderos delincuentes, porque los extorsionan para dejarlos en libertad”, dijo uno de los policías preventivos.

Sobre advertencia no hay engaño

De inmediato, Guillermo Olivares, agente del Grupo de Homicidios de la Policía Judicial del Estado, trató de decomisarle el celular al policía que conducía la unidad 5333, alegándole que no tenía ningún motivo para tomar fotografías de los vehículos en los que ellos realizan “trabajos de investigación”.
El ejecutado que iba ser sacado del pozo quedó olvidado por un momento, pues los judiciales volvieron a cortar cartucho para intimidar a los preventivos, impidéndoles la salida del área verde donde los había conducido un presunto sicarios que llevaban detenido en el interior de una camioneta con reporte de robo, quien señaló el pozo donde habían tirado el cuerpo de un “chapulín”, como ellos denominan a los sujetos que venden droga por su propia cuenta.
Después del altercado entre policías preventivos de Cancún y judiciales del estado, los PJE advirtieron a los municipales que no los querían ver en ninguna escena de crimen, porque les romperían la progenitora, debido a que en el zafarrancho del pasado viernes, donde intervino el presidente municipal de Benito Juárez, Julián Ricalde Magaña, uno de los “judas” del Grupo FRAI fue dado de baja y turnado al Ministerio Público, acusado de disparar contra un escolta del edil. (Fuente: diario Quequi)

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