CHETUMAL, MX.- Para los restauranteros en la capital del estado, el 2011 ha sido un año crítico, tan sólo en los últimos diez meses se han cerrado 66 establecimientos y se han perdido 330 empleos directos, así lo informó José Trinidad Alcocer Bravo, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y de Alimentos Condimentados (Canirac) en el sur del estado.
El representante de los restauranteros señaló que los efectos de la inseguridad y los remanentes de la crisis económica, son los principales motivos que han generado el cierre de establecimientos en Chetumal.
“El 2011 ha sido un año crítico para la industria restaurantera en la capital del estado; si lo comparamos con el 2010, podemos decir que tenemos una disminución del 30 por ciento en las ventas”, dijo José Trinidad Alcocer Bravo.
Al inicio del presente año, la Canirac en el sur del estado tenía 383 establecimientos, en los últimos diez meses se registraron 66 cierres de negocios y la apertura de 25 nuevos.
“El cierre de 66 empresas generó la pérdida de 330 empleos directos, en contraparte podemos observar la apertura de 25 nuevos establecimientos, esto demuestra que aún hay interés de los empresarios por invertir en la capital del estado; pero si los efectos de la inseguridad siguen en aumento, ésto podría provocar la fuga de inversiones”.
Alcocer Bravo calificó como perjudicial el cierre de establecimientos, ya que los trabajadores que pierden su empleo optan por vender en puestos ambulantes y ésto causa un doble efecto negativo: competencia desleal contra los establecidos y la poca generación de impuestos para el gobierno.
Reconoció que en la ciudad de Cancún son más notorios los cierres de negocios a causa de la inseguridad, y que este efecto ya se percibe en ciudades del sur del estado como Felipe Carrillo Puerto, Bacalar y Chetumal.
Vulnerables ante robos
Otra de las preocupaciones que existe entre el sector empresarial restaurantero, son las lagunas legales que permite a los ladrones quedar en libertad y continuar realizando atracos en los establecimientos comerciales.
“En algún momento yo llegué a declarar quién estaba haciendo robos, pero muchos prefieren no denunciar porque saben que no van a tener resultados, pierden mucho tiempo en los trámites y los ladrones quedan en libertad, porque se integran mal los expedientes”, lamentó Alcocer Bravo.
Señaló que se han registrado casos donde se presentan videos y testigos de los robos, pero estos tienen poca validez porque no se agarra al sospecho en flagrancia.
Ante estos escenarios, hace un llamado a los legisladores para que en Quintana Roo se tengan leyes más rigurosas.
“Los diputados deben trabajar más en reformar las leyes para que estas sean más efectivas y no dejen abiertos espacios que puedan aprovechar los ladrones, esto ayudaría a fomentar más la denuncia”.
Actualmente la industria restaurantera en la capital del estado genera poco más de dos mil empleos directos, es por ello que las autoridades deben coordinar mejores acciones de seguridad para evitar el cierre de empresas y la fuga de inversiones. (Fuente: Por Esto! de Quintana Roo)