Más que una evocación al cine de la “época de oro”, la obsesión de Julián Ricalde de verse como “charro” parecería ser una nostalgia de verse como un estereotipo priista.
Y es que el (hasta ahora) perredista Julián se ha convertido en el principal ariete contra el PRD.
El Edil ha estado muy solicito en la embestida legal y política contra el neoperredista Gregorio “Greg” Sánchez, que es el principal prospecto para la candidatura de las “izquierdas” a Senador por Quintana Roo.
En contraste, los diputados perredistas, de los cuales tres, son afines al grupo de Ricalde, hacen como que la virgen le habla, en el tema de la megadeuda estatal.
Alguna vez, el diputado perredista-juliancista, Antonio Meckler, ofreció acciones por el grosero endeudamiento que dejó Félix González Canto.
Pero el grupo juliancista ha optado consolidar la alianza con el PRI contra “Greg” y en favor de Félix.