Le falló el juego de piernas a Julián Ricalde y no logró esquivar el tema de Publix, que le pegó mero en el mentón.
Hasta ahora le había servido el guión de echarle la culpa de los problemas de la Comuna a cualquiera de sus antecesores, desde Jaime Hernández, hasta Francisco Alor.
Sin embargo, de entrada no logró esquivar los motivos por los cuales se les traspapeló el recurso que había ganado la empresa para instalar sus mamparas en la vía pública ni porqué optó por recibir la contraprestación de Publix.
La simulación de actos jurídicos no se reduce al ex secretario de Ecología y Desarrollo Urbano, Aldo Reséndiz o al magistrado de la Sala Administrativa y Constitucional del Tribunal Superior de Justicia del Estado (TSJE).
La cadena de simulaciones alcanzó al propio Ricalde, que tuvo tratos directos con la empresa y su propietario, el tabasqueño Juan Celso Graniel Romero.
Ricalde no solo se enredó en sus propias palabras, sino también en sus propios actos.
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