CANCÚN, MX.- Un sujeto que se encontraba internado en los separos de la Policía Judicial y a disposición del Ministerio Público por los delitos de robo y allanamiento, fue encontrado el lunes sin vida en su celda; en tanto la necropsia de rigor arrojo que las causas del fallecimiento fue un infarto agudo al miocardio.


El ahora occiso, José Alonso Acosta Cano de 29 años de edad, en compañía de Juan Antonio Coyoc de 20 años, y Ernesto Ramírez Rodríguez de 24, fueron detenidos el pasado domingo en la Región 102, porque despojaron con cuchillo en mano de sus pertenencias a un transeúnte y se dieron a la fuga a bordo de una camioneta Voyager con placas de circulación 973-ULM del Distrito Federal. Los policías, lograron ubicarlos y aprehenderlos en donde se les encontró un pasamontaña, dos cuchillos y un machete.
En los separos de la Policía Judicial, según los agentes, José Alonso Acosta Cano empezó a sentirse mal y se quejaba de algunos dolores, por lo que solicitaron la presencia de paramédicos de la Cruz Roja, quienes refirieron que no necesitaba traslado al hospital.
Versiones de sus compañeros de celda, refirieron que Acosta Caro no paraba de golpear la cabeza en el inmueble, por lo que al intentar calmarlo éste se recostó en una esquina bastante deprimido. Alrededor de las 16:30 horas, el judicial de guardia se percató que no se movía, a pesar que lo estuvo levantando, siendo el médico legista que confirmó el fallecimiento.
De acuerdo a la información de la Procuraduría de Justicia en el Estado, el ahora occiso presentó diversas lesiones en el rostro y tórax, así como un fuerte estado depresivo con potencial suicida y probable esquizofrenia.
Del mismo modo, el agente judicial encargado del detenido reiteró que fue imposible llevar a cabo un interrogatorio, puesto que el ahora occiso no podía expresarse claramente y tampoco caminar, situación que lo llevó a permanecer más tiempo encerrado en la celda, la cual fue su última morada. (Fuente: Diario Respuesta)

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