Denuncian a maestro por violar a niño de 9 años en la SM 27

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CANCÚN, MX.- ¡Mamá, mi maestro me violó en la escuela!, expresó el pequeño de tan solo 9 años, llorando, temeroso y con palabras entrecortadas para señalar a su profesor Rogelio Eleuterio Tuyub Lavadores de la escuela primaria “Agustín Melgar” de la Supermanzana 27.


El pequeño, a quien llamaremos Angel, cursaba el cuarto de primaria, cuando fue atacado y, además, amenazado una y otra vez por el maestro Tuyub Lavadores si les contaba a sus papás..!
El relato de una madre afligida queda enmarcado en el dolor, el coraje y la impotencia porque tuvo que soportar de forma directa el impacto que le produjo la vocecita temblorosa de su pequeño hijo, quien lanzó sin titubeos la tremenda acusación.
Fue ahí en donde inició su calvario, que hasta ahora no termina, pues junto con su esposo se han cansado de esperar que se haga justicia..!
Y es que todo inicia cuando, sin saber el drama que enfrentaría, la señora Alejandra Urtrecho Vázquez acudió a la escuela mencionada a inscribir a su pequeño hijo en el ciclo escolar 2009-2010 en el turno matutino.
Ahí comenzó el pequeño Angel a cursar el cuarto grado en el grupo “B” y su maestro asignado fue Rogelio Eleuterio Tuyub Lavadores.
Todo marchó bien, el pequeño Angel estaba a gusto, sus calificaciones fueron muy buenas, su comportamiento era alegre, sano y activo, como la mayoría de los niños de esa edad, que disfrutan los amigos y los juegos de la escuela.
Pero de forma abrupta, el pequeño Angel cambió y ya no era aquel niño alegre y animado. Sus calificaciones cayeron hasta reprobar, no cumplía sus tareas y, sobre todo, se volvió huraño, desconfiado y temeroso.
Y fue en el mes de octubre cuando su madre se presentó hasta la escuela “Agustín Melgar”, al salón del cuarto grado grupo “B”, para hablar con el maestro Rogelio Eleuterio Tuyub Lavadores.
Confiada, la madre acudió de inmediato para consultar al maestro y así ubicar el problema en busca de una solución ante el repentino y extraño comportamiento del niño.
Le dijo al maestro Rogelio que el niño no cumple con las tareas y han pasado varias semanas que por más que le insiste, el pequeño sigue igual. Y pensando que tal vez el problema estaba en casa, le dijo que ella había enfrentado problemas económicos con un familiar que la comprometió en un pequeño negocio y tuvo que enfrentarlo trabajando desde las 8 de la mañana hasta las 9 de la noche.
El profesor Rogelio escuchó a la preocupada madre, y con gesto serio e indiferente le preguntó: “Quién se queda con el niño en la casa”. Y la madre le respondió que ella lo cuidaba y lo llevaba al trabajo que tenía, pues era un pequeño negocio propio.
Como respuesta el profesor Rogelio indicó: “No se preocupe, la voy a apoyar, para que su hijo cumpla con sus tareas…”
La madre, aliviada por las “palabras de apoyo” del profesor, se retiró de la escuela primaria “Agustín Melgar”.
Pero los días y las semanas pasaron y el pequeño Angel no cambió y no mejoraba nada; al contrario, empeoraba. Y las tareas llevaban calificaciones de reprobado, pues el niño llegaba a la casa con sus cuadernos con 5 de calificación. Y no le importaba nada. Ya no jugaba, no convivía y se mantenía alejado, ausente y huraño.
Alertada de nuevo porque no había mejoría, de nuevo la madre de Angel se presentó una vez más a la escuela “Agustín Melgar”.
Pero en esa ocasión, el profesor Rogelio Eleuterio Tuyub Lavadores, casi sin escuchar, le lanzó a la madre la “conducta” del niño, y le dijo que “su hijo no trabaja, es un mentiroso, es flojo y un niño mimado, porque se comporta como un niño de 4 años de edad cuanto tiene 9. Además, le falta madurar..!”
Preocupada, la madre dijo que no era así, porque en la casa no se le consentía, ya que si se portaba mal se le castigaba y se le reprendía por sus acciones.
Y una vez más, la madre de Angel le pidió de nuevo apoyo al profesor Rogelio. Y ella se comprometió a poner más empeño y todo de su parte para corregir al niño. Le dijo que lo único que esperaba es que él, como maestro, se encargue de hacerlo cumplir en el salón de clases.
Sólo que el profesor Rogelio, ahora, más indiferente, le dijo a la afligida madre que “no puedo obligar al niño a que cumpla, porque la educación viene desde la casa. Hablen con él. Y ya no tiene caso que usted venga más a la escuela, pues ya conoce el comportamiento del niño.”
Así, con esa actitud grosera e indiferente despidió a la madre del pequeño Angel.
Pero la señora Alejandra Urtrecho Vázquez no se quedó tranquila; al contrario, su preocupación fue en aumento.
Hasta que el curso escolar concluyó y llegaron las vacaciones de Semana Santa.
Y el niño pasó a quinto grado. Pero su comportamiento no cambió.
La madre del pequeño y su esposo cada día estaban más angustiados. Porque la conducta del niño fue empeorando.
El niño le llegó a decir a su madre que ya no quería seguir estudiando, pese a ello su madre lo aconsejaba y le decía la importancia de estudiar.
Hasta que un día todo empeoró.
Pues con el cambio de grado y de maestro, la madre de Angel fue llamada a la escuela por una profesora que advirtió la conducta cada vez más extraña de Angel.
La madre del pequeño escuchó por voz de la maestra que el niño odiaba la escuela, seguía sin cumplir las tareas y era muy distraído.
Y lo más grave, un día Angel estaba en la escuela con unas cuerdas y le dijo a sus compañeritos que con ello se iba a suicidar en el patio.
Pero lo más grave estaba por venir.
Y fue una noche cuando Angel y otro hermano más pequeño se encontraban jugando con su madre.
Más tarde se acostaron y la mamá vio en Angel un extraño comportamiento y lo reprendió.
El niño, asustado, no supo qué decir.
Y entonces el niño estalló en llanto. Entre sollozos le dijo a su madre que “desde los 9 años aprendí a resolver mis problemas”.
La madre, asustada y llorando, le preguntó: “Qué problemas puedes tener tú a tu edad?
Angel, entre lágrimas, le dijo: “Mamá, mi maestro Rogelio me violó en la escuela. Sentí mucho dolor en mi colita. Y mi corazón late muy fuerte. Por el miedo que siento”.
La madre, a punto de la desesperación, quería saber todo, ¿cuándo?, ¿cómo?, ¿por qué?
Y el pequeño inocente, temblando y asustado, con la vocecita entrecortada le dijo: “El maestro Rogelio me amenazó! Y me dijo que me iba correr de la escuela”.
La madre de Angel, confundida y asustada, de nuevo le preguntó por qué no dijo nada si ya había cambiado de grado y ya estaba en otro salón.
A lo que el niño le dijo: “porque el maestro Rogelio sigue en la escuela y tengo mucho miedo”.
Al ver a su madre llorando, el niño de forma inocente le preguntó: “¿Mamá, fue mi culpa?” Y su madre, presa del llanto, lo abrazó muy fuerte y le dijo que no, que él no hizo nada.
Sólo le dijo: “Tu maestro es el único culpable”. “Y tiene que pagar por lo que te hizo”.
Pero lo más grave es que la violación del niño a manos del maestro Rogelio Eleuterio Tuyub Lavadores sigue impune!
Todo ello a pesar que se presentó la denuncia el 28 de marzo del 2011, que consta en la averiguación previa 135/03-2011 ante la Fiscalía Especializada de Delitos Sexuales de la Subprocuraduría General de Justicia de la Zona Norte. (Fuente: Por Esto! de Quintana Roo)

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