CANCÚN, MX.- El cargamento de oro que tenía un sujeto detenido por la Policía Federal podría estar compuesto de diversas alhajas robadas que estaban depositadas en varias casas de empeño de este polo turístico.
Aunque el comprador de oro demostró ante el Ministerio Público que no cometió robo alguno, sino que ese material lo compró en diversas casas de empeño, ahora salió a relucir que esa mercancía podría ser el resultado de muchos robos, en los cuales las alhajas fueron empeñadas en esos negocios.
En este caso, Raúl Antonio Cruz Barrios, de 37 años de edad, continuó hoy bajo investigación en el Ministerio Público del Fuero Común (MPFC), donde recobrará su libertad en las próximas horas, pero fuentes extraoficiales señalaron que las prendas de oro que tenía permanecerán a disposición de la Dirección de Bienes Asegurados, para determinar el origen de las mismas.
De acuerdo con las investigaciones de la Subprocuraduría de Justicia en la Zona Norte, Cruz Barrios labora en la empresa denominada Intercambio de Metales Preciosos, con sede en Mérida, Yucatán, y compró en varias casas de empeño tres lingotes de oro, retacería y prendas de ese mismo material y de plata.
En uno de los casos, Cruz Barrios pagó 300 mil pesos por esa retacería de oro, sin recibir factura, en la casa de empeño El Cedro, en la Supermanzana 65, y en la casa de empeño Pirámide, en la Supermanzana 64, recibió un lingote de oro de 400 gramos.
Sin embargo, las investigaciones continúan para precisar el origen de esa mercancía que tenían las casas de empeño, pues hay fuertes evidencias de que malhechores utilizan ese tipo de negocios para dejar prendas de oro robadas a cambio de unos cuantos pesos. (Fuente: Diario de Quintana Roo)