TULUM, MX.- El diputado local, Juan Carlos Pereyra Escudero, padrino en las bodas colectivas del pasado 14 de febrero en Tulum, sorteó aparatos electrodomésticos entre las parejas que unieron sus vidas; sin embargo, al reclamar sus premios, se ha negado a entregarlos y únicamente ofrece mil 500 pesos para la compra de los refrigeradores.
De acuerdo con una pareja que se hizo acreedora a un refrigerador que “regaló” el representante popular, cuando le entregaron una tarjeta de presentación con la leyenda “Vale por un refrigerador”, éste les indicó que los esperaba el pasado sábado 18 de febrero a las 11 horas en una tienda de electrodomésticos, ubicada sobre la carretera federal Playa del Carmen-Tulum, con el propósito de que lo escogieran, se pagase y se lo enviaran a su domicilio en el noveno municipio.
Sin embargo, al arribar la pareja al sitio de la cita, pasaron los minutos y no llegaba el legislador local, por lo que se atrevieron a llamarlo al número telefónico que estaba en la tarjeta de presentación, pero al contestarles comentó que estaba en una reunión y que lo esperaran durante unas horas para acudir a entregar el premio.
No obstante, después de varias horas y no recibir la llamada de Juan Carlos Pereyra Escudero, le enviaron un mensaje para preguntarle la hora a la que podían verlo, pero el diputado les contestó que continuaba en reunión. Por lo tanto, los citó para el lunes 20 de febrero a las 11 horas en el mismo establecimiento.
El lunes por la mañana, la pareja acudió de nuevo al establecimiento mencionado, pero tampoco encontraron al legislador, por lo que procedieron a llamarlo, al contestar argumentó que estaba en otra reunión por lo que tenían que esperarlo durante tres horas.
Al concluir el tiempo señalado, la pareja le envió un nuevo mensaje y el legislador respondió que únicamente les entregaría la cantidad de mil 500 pesos y una despensa, ya que “no tenía contemplado en su presupuesto hacer este tipo de gastos”, apuntó.
Ante esta situación, los esposos decidieron no aceptar la propuesta, agradecieron la “buena voluntad” (¡?) de su padrino de boda y regresaron a Tulum, decepcionados del representante popular quien les hizo gastar sus escasos recursos en viajes a Playa del Carmen y luego tratarlos como a limosneros, sin cumplir él mismo con el compromiso público empeñado. (Fuente: Por Esto! de Quintana Roo)