TULUM, MX.- Alrededor de las 8:30 horas del sábado, elementos de Seguridad Pública Municipal destacamentados en la comunidad de Macario Gómez recibieron el aviso del hallazgo de una persona asesinada en el kilómetro 16+200 de la carretera Tulum-Cobá, la cual se encontraba a un lado de la entrada del Rancho “La Selva”, con signos de haber sido golpeado violentamente en la cabeza y no se descarta que se trata de una ejecución del crimen organizado.
De acuerdo con el delegado de este centro poblacional, Eugenio Chay Xooc, cuando se encontraba afuera de su negocio, acudió una persona desconocida para informarle que cuando circulaba sobre la carretera estatal Tulum-Cobá, se bajó de su vehículo para orinar a un lado de la carretera y se dio cuenta de una gran mancha de sangre en la entrada de un rancho.
Ante esta situación, decidió investigar si había alguna situación irregular en la zona y al estar frente al portón de la propiedad privada, se dio cuenta que a escasos centímetros se encontraba el cuerpo de una persona muerta en posición boca abajo.
Tras el hallazgo, el ciudadano, quien no proporcionó su nombre, se trasladó a la delegación de Macario Gómez y preguntó a los elementos policíacos en donde podía encontrar a la autoridad para informarle sobre la situación, a quien encontró afuera de su rosticería y le indicó que en la entrada del rancho “La Selva” había una persona muerta.
De inmediato, el delegado acudió a solicitar el apoyo de los policías, quienes lo acompañaron al sitio donde se encontraba el cadáver, los cuales se encargaron de resguardar el lugar y avisar a los funcionarios de la Procuraduría General de Justicia del Estado, para que acudieran a iniciar las averiguaciones correspondientes y ordenar el levantamiento del cadáver por parte de trabajadores de una funeraria para trasladarlo a las instalaciones del Servicio Médico Forense (Semefo).
Con base en las primeras investigaciones, el cuerpo del occiso no presentaba más lesiones, únicamente un golpe contundente en la cabeza, ocasionado por una piedra u otro material pesado, pero en las inmediaciones del sitio donde fue encontrado el cadáver no se hallaron evidencias de violencia, sólo un pequeño charco de sangre seca.
El cadáver tenía la ropa interior de color azul en las rodillas, una bermuda de cuadros blancos y azules a la altura de los tobillos, así como una playera azul, no se encontraron documentos personales y en su brazo izquierdo tenía una pulsera de plata sin ninguna inscripción.
Hasta las 19:00 horas del sábado, el fallecido se encontraba en calidad de desconocido en las instalaciones del Servicio Médico Forense, en donde el médico legista en turno se encargó de realizarle la necropsia de ley para determinar las causas de su muerte, entre las que se destacan traumatismo craneoencefálico. (Fuente: Por Esto! de Quintana Roo)
