CHETUMAL, MX.- El grupo de Homicidios de la Policía Judicial del Estado, cuando realizó la investigación con relación a la muerte de la joven que fue hallada en las inmediaciones del Centro de Bachillerato Tecnológico Agropecuario número 11, en agosto del año pasado, tenía todo para actuar en contra de Jorge Alberto Rosales Piña pero nunca procedieron por razones desconocidas.


Pudieron haber evitado la muerte de las tres mujeres que fueron halladas en la fosa del predio de Rosales Piña.
Como se recordará, en el mes de agosto del año pasado 2011, Liliana Estreici Rincón Torres fue asesinada (estrangulada) y luego su cuerpo arrojado en un paraje solitario ubicado en las inmediaciones del Centro de Bachillerato Tecnológico Agropecuario (CBTA) Número 11.
Y cuando el grupo de Homicidios de la Procuraduría General de Justicia del Estado, en aquel entonces estaba como comandante un tal Leo, se abocó a la investigación de los hechos obtuvo información de que Jorge Rosales Piña manejaba el microbús que banqueteó y dejó huellas en el lugar donde fue encontrado el cuerpo de dicha mujer.
De hecho, al dar el banquetazo se le reventó una llanta y el Departamento de Servicios Periciales realizó las pruebas de luminol al camión y salieron positivas.
Pero también elementos del Grupo de Homicidios de la Policía Judicial del Estado, al mando en aquel entonces de Leo, entrevistaron a la esposa de Rosales Piña, misma que señaló que el día de los hechos su marido no llegó a su casa casi toda la noche.
Ya que llegó a dormir como a las cinco de la mañana, según la mujer y con todos estos datos, la Policía Judicial del Estado no quiso hacer nada, como si estuvieran protegiendo al ahora presunto criminal.
Así que desde el mes de agosto del año pasado 2011 había suficientes elementos para proceder en contra de Jorge Rosales Piña, pero la Policía Judicial del Estado no actuó oportunamente por razones desconocidas.
La Procuraduría General de Justicia del Estado pudo haber evitado la muerte de las tres mujeres que fueron halladas en la fosa séptica de Jorge Rosales Piña, pero no actuó como debe de ser.
Y es que en su momento, la Procuraduría General de Justicia del Estado informó que Liliana Estreyci Rincón Torres, según los peritajes, no fue violada antes de ser asesinada.
En su momento, se informó que Rincón Gómez era prostituta y adicta a las drogas, vivía en el hotel Boston con un sujeto nombre Isaías Daniel Rodríguez Cetina.
Y es que en su momento, Isaías Daniel Rodríguez Cetina se presentó a la agencia del Ministerio Público del Fuero Común, en donde identificó a la mujer con el nombre de Liliana Estreyci Rincón Torres, con quien vivía desde hace como cuatro años en la casa de su mamá, ubicada en la colonia Polígono Dos.
Rodríguez Cetina dijo en su momento que hace como tres o cuatro meses se pasaron a vivir al hotel Boston, ubicado en la avenida Belice de esta ciudad.
De acuerdo al testimonio de Isaías Daniel Rodríguez Cetina, originario de Naucalpan, México, él y su concubina se drogaban con crack.
Asimismo, señaló que su pareja se dedicaba a la prostitución y que el miércoles 17 del mes de agosto del año 2011 alrededor de las 22:00 horas, Liliana salió del hotel para ir a trabajar y nunca volvió y que hasta al otro día por la noche se enteró de que la habían encontrado muerta.
De acuerdo a la credencial de elector de la ahora occisa, ésta tiene su domicilio en la Manzana 35, Lote 11, colonia Payo Obispo. Además, tenía una hija de alrededor de cinco años de edad, quien al parecer vive con la familia de Daniel. (Fuente: Por Esto! de Quintana Roo)

Comentarios en Facebook