Y pa´que tanto brinco, estando el suelo tan parejo.
Y es que el Gobernador Roberto Borge trató de sacarle raja política a los “warnings” de Texas.
Tras el papelón de haber presumido, hace unas semanas, de que el Gobierno de Texas, le había hecho caso, tras protestar por una alerta anterior, y luego resultó que siempre no, el mandatario estatal optó por la victimización de su imagen.
Se lanzó una especie de campaña entre “patriotera” y “melodramática”, que no tuvo más sentido que tender una cortina de humo, ante el fracaso del Gobernador con sus amigos texanos.
Pero, lo cierto es que ese “warning” le terminó haciendo a Cancún lo que el viento a Juárez y no pasó nada.
Ya los mismos que han estado desde hace mucho en el sector turístico del Gobierno estatal, lo han hecho saber con anterioridad, que a los “warnings” casi nadie les hace caso.