Muy pronto, el Gobernador Roberto Borge se volvió figura relevante del proceso electoral federal.
La dirigencia nacional del PAN tomó nota del ilimitado activismo del Gobernador, que a través del “Twitter” se ha convertido en uno de los principales propagandistas de Enrique Peña Nieto.
Muy probablemente, no es ilegal enviar “twitts” en favor de un candidato o contra de una candidata, pero en la política, ya nos lo decía uno de los mayores referentes del PRI, la forma es fondo.
Borge actúa las 24 otras del día, como un activista del Frente Juvenil Revolucionario (FJR), a pesar que desde el 5 de abril de 2011 es Gobernador de Quintana Roo.
Es decir, que por encima de sus latidos priistas, está su representación de todos los quintanarroenses, que no todos son priistas.
En sus propias palabras, el intenso activismo del Gobernador, de entrada, enrarece el proceso electoral en Quintana Roo.
Y, aun faltaría que la autoridad determine, si implica una conducta ilegal.
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