CANCÚN, MX.- Funciona en pleno corazón de la zona hotelera una casa de masajes que en realidad funge como prostíbulo para clientes de alto poder adquisitivo, donde chicas de varias nacionalidades ofrecen servicios sexuales a los usuarios; según comerciantes cuyos negocios se encuentran cerca, es probable que las mujeres carezcan de documentación para laborar en México, motivo por el cual solicitan la presencia de Migración, dependencia que también debería revisar los documentos del propietario, también de origen extranjero.
El inmueble se ubica en la plaza Terramar, rodeado de locales cerrados y abandonados; a simple vista se aprecia una puerta de madera color rojizo a la que se accede tras subir dos escalones y en la fachada se aprecian varias cámaras de seguridad, que permiten observar desde el interior todo lo que sucede en la calle.
Los clientes tocan el timbre que se encuentra a un costado y, si su aspecto convence al vigilante, se abre la puerta apenas lo suficiente como para que la persona pueda entrar.
No hay absolutamente nada que identifique el lugar como un spa, mucho menos que en el interior se practique la prostitución y la mayor parte dequienes llegan en busca de este tipo de “diversión” se enteran de su existencia por los mismos taxistas o a través de un tríptico que se reparte de modo estratégico y exclusivo, no a todo el mundo sino a quien por su aspecto pudiera interesarse… y pagar los 600 dólares que cuesta un servicio.
En la portada del tríptico aparece una joven ataviada con un bikini rosa y las palabras “Pleasure Principle, an adult spa”; al abrirlo, una galería de modelos en poses atrevidas, algunas enseñando los senos y, en la parte de atrás, escrito en inglés y español, “servicio ejecutivo, personal mixto, servicio en su hotel o en la comodidad de nuestro spa, discreción y seguridad, en el corazón de la zona hotelera, pregunte a su taxista para mayor información”, seguido de un número de teléfono al cual se pueden hacer reservaciones las 24 horas y los siete días de la semana.
Y efectivamente, los taxistas que trabajan en la zona hotelera conocen sobradamente el discreto lugar, tal y como se constató al preguntar a algunos trabajadores del volante que hacían sitio en las afueras de un hotel.
Uno de ellos, quien se identificó como Pedro Sánchez Dzul, manifestó que “hasta donde yo tengo entendido, ese spa funciona desde hace por lo menos diez años y es propiedad de un extranjero, creo que norteamericano, hay muchas cámaras de seguridad, no sé si para proteger el sitio o por algo más, pero los hombres que me ha tocado llevar se ven bien normales, casi todos turistas extranjeros que buscan algo de diversión exclusiva”.
Agregó que en ocasiones son turistas casados los que buscan emociones diferentes mientras sus inocentes esposas se quedan incautamente en la comodidad del hotel, disfrutan de un tour de compras o de alguna otra actividad.
“Lo que sí puedo asegurar es que es un sitio más que discreto, creo que nadie podría adivinar lo que se oculta tras la puerta, no hay nada que lo identifique, ni siquiera como spa, pero me parece un poco raro que tenga tantas cámaras de seguridad, a mi entender, con una o dos sería suficiente”.
En tanto que algunos locatarios de establecimientos que pese al estado de abandono de Terramar trabajan negocios en esta plaza y en otras aledañas, tan solitarias y olvidadas como ésta, mencionaron que las chicas cambian a menudo, probablemente para no cansar a los clientes asiduos, que también los hay, y la mayoría son esculturales mujeres de origen extranjero.
“Lo que no se sabe es si tendrán papeles o permisos para trabajar en México, pero aunque fuera así, no creo que en Migración les hayan autorizado un documento para ejercer la prostitución, actividad que no está permitida; no estaría mal que se dieran una vuelta por aquí para dar una revisadita a sus documentos”, manifestó uno de los locatarios, que por obvias razones solicitó el anonimato.
Otro mencionó que al igual que las autoridades municipales hacen operativos en los antros de mala muerte y miran la situación de las meseras, al igual que clausuran bares en los que se practica la prostitución, deberían hacer lo mismo en la zona hotelera, donde son varios los prostíbulos disfrazados de spa que ofrecen este tipo de servicios. (Fuente: Por Esto! de Quintana Roo)