“Los matamos a los dos para no equivocarnos”, confiesan sicarios

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PLAYA DEL CARMEN, MX.- “Los matamos a los dos para no equivocarnos”, confesó con sangre fría Pablo Antonio de la Cruz Meléndez (a) “El Tigre”, de 20 años de edad, quien junto con su cómplice Pedro Ramírez Tapia, sólo tenían la orden de ejecutar a Irving Alejandro Canul Falcón, comandante de la policía municipal. Pero en el momento de la ejecución se encontraba con su yerno Francisco Javier Pérez Torres y se les hizo fácil asesinar a los dos.


Fue el taxista, quien como parte del grupo de “Halcones” de “Los Pelones” se encargó de ubicar al agente policíaco.
El motivo fue que el comandante Irving Alejandro Canul Falcón, de 36 años, llevaba más de 90 detenciones de “tiradores” de la narcocélula de “Los Pelones” que convirtieron en su “base” de operaciones a la colonia “Colosio” de Playa del Carmen.
De esta forma se cumplieron las indicaciones de “El Indio” señalado como líder de una narcocélula dedicada al turbio negocio del narcomenudeo, en donde se realizan operaciones de compra-venta de droga.
En la colonia Colosio de Playa del Carmen, el desaparecido comandante de la Policía Municipal Preventiva, dedicó todos sus esfuerzos para combatir de frente el flagelo del narcomenudeo que en esta zona se ha disparado de forma alarmante.
Lo grave es que el trabajo constante de este elemento policíaco se realizó sin el apoyo de las autoridades federales responsables de combatir, frenar y diseñar estrategias y operativos para combatir la incesante venta de drogas.
Las cifras sobre los resultados del trabajo diario y constantes del comandante Irving Alejandro Canul Falcón, hablan de forma directa y precisa, pues había acumulado más de 100 detenciones y capturas como resultado de su labor de patrullaje y vigilancia en la colonia Colosio.
Ese fue el factor principal para que el criminal apodado como “El Indio” le ordenó a los ahora asesinos, Pablo Antonio de la Cruz Meléndez (a) “El Tigre” y Pedro Ramírez Tapia (a) “El Peter” que realizaran la ejecución durante la noche del jueves de la semana pasada.
Para ello fueron auxiliados por el taxista José Alfredo Domínguez Dzib a cargo de la unidad de alquiler 589, del sindicato de taxistas de Playa del Carmen, quien se dio a la tarea de ubicar y señalar directamente el lugar en donde se encontraba estacionada en su modesto vehículo de la marca Tsuru, de modelo atrasado, el comandante Irving Alejandro Canul Falcón.
Una vez ubicado los dos sicarios se acercaron y a quemarropa dispararon sobre el cumplido agente policíaco. Pero lamentablemente estaba acompañado de su yerno Francisco Javier Pérez Torres.
A los dos les dispararon y los ejecutaron a ambos, “para no fallar”, como declaró el sicario Antonio de la Cruz Meléndez, (a) “El Tigre”.
Y quien con su cómplice, junto con el taxista, ligado al grupo de “Halcones” de “Los Pelones” que se encuentran en el territorio ocupado por el narcomenudeo en Playa del Carmen, se encuentran presos en la cárcel de esa localidad, por la doble ejecución perpetrada a sangre fría y ordenada por “El Indio”, líder de una narcocélula que controla el narcomenudeo en la colonia “Colosio”. (Fuente: Por Esto! de Quintana Roo)

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