El gran derrotado en Quintana Roo, en la jornada del pasado domingo, fue Roberto Borge.
Su candidato, Enrique Peña Nieto quedó 45 mil votos abajo de Andrés Manuel López Obrador en Quintana Roo.
Había ofrecido que Quintana Roo sería uno de los estados, que proporcionalmente, le daría más votos a EPN.
Su fracaso es aún mayor, pues puso todos los recursos del estado, por tres meses, en favor de Peña Nieto.
Es indudable la fuerza electoral de AML0 en Quintana Roo, pero sin lugar a dudas Borge fue una pasivo enorme para Peña Nieto, como lo fueron Javier Duarte, en Veracruz o Rodrigo Medina, en Nuevo León.
Le queda a Borge aprender la lección y entender que el autoritarismo y la frivolidad, no han sido los mejores caminos.
Y ni modo, Quintana Roo ya no está entre los estados consentidos de EPN.
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