CANCÚN, MX.- Los hoteles Caribean Princess y Las Velas ubicados en la zona turística de Cancún cerraron sus puertas definitivamente para cambiar de propietario y poder reactivar esas infraestructuras a fin de aprovechar el éxito turístico que sostiene la zona y que la obliga a mantener una renovación constante de las propiedades para mantenerse en el mercado competitivo internacional.
Así lo confirmó Juan Pablo Mirabent, presidente de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI), en Cancún, quien indicó que este comportamiento es normal en el sector y que por lo general un promedio de 8 mil habitaciones hoteleras del destino se mantienen en constante movimiento de propietario o renta para remodelación.
El líder empresarial indicó que los hoteles Caribean Princess, ubicado en la calle de Galeón, propiedad única de un hotelero veracruzano, así como el hotel Las Velas, de capital nacional, cerraron sus puertas para someterse a un proceso de venta y renovación.
El movimiento de orden inmobiliario que se registra en estas propiedades, dijo, obedece a factores económicos y sobre todo de falta de experiencia en el ramo turístico, pues en el caso del hotel Caribean Princess, era la única propiedad hotelera que tenía la familia Saviñon, procedente de Veracruz, y no se tenía ningún respaldo de una marca internacional o cadena, lo que dificultó su operación.
La determinación de venta o cambio de propietario sin embargo, dijo el líder empresarial, es un proceso que da en los destinos exitosos que mantienen su renovación constante.
En el caso de Cancún, indicó que estos procesos han venido dándose constantemente, y que de los más de 80 mil cuartos que existen en este corredor turístico, un promedio del 5 al 10% cambian de propietario cada año.
Casos concretos, indicó que recientemente se dio la venta del Hilton para operar hoy como Iberostar, así como ya se dio la venta del hotel Me By Meliá que recientemente cambió de propietario por el orden de 67 millones de euros, pero conservó la marca y se mantiene en operación; y otros que se han venido dando.
Este comportamiento, aseguró, no representa una mala señal para el destino, al contrario, representa una renovación constante que le permite a los destinos tener una infraestructura fresca y en constante renovación.
En todas partes del mundo, subrayó, hay hoteles que no logran o nunca alcanzan sus objetivos y son vendidos o remodelados para entrar al mercado competitivo y ello sucede aquí y en otros lugares.
Lo importante, subrayó, es que el destino logre reactivar su infraestructura y siga manteniéndose en el campo turístico internacional, como uno de los destinos más preparados y de mayor calidad de servicio.
Con la constante renovación de infraestructura y la promoción que tiene el destino, se puede garantizar la llegada de inversiones frescas al mercado. (Fuente: Por Esto! de Quintana Roo)