CANCÚN, MX.- El robo y el saqueo de equipajes en el Aeropuerto Internacional de Cancún continúa impune al gozar esta lucrativa actividad de la complicidad y proteccionismo de elementos de vigilancia privada y policías federales, quienes en conjunto han conformado una gran red delincuencial que opera desde el interior de los aviones.
Tras la llegada de la actual temporada vacacional, esta actividad se ha visto incrementada, derivada del gran arribo de pasajeros que resultan asaltados.
De esta manera, este período vacacional y la gran demanda del servicio aéreo resulta atractivo para los grupos de delincuentes que operan en el AIC, por la gran cantidad de objetos innovadores y de importante valor monetario que extraen de las maletas de los pasajeros.
Aun cuando ni el grupo de Aeropuertos del Sureste, ni las propias aerolíneas que prestan el servicio a los pasajeros se hacen responsables de estos ultrajes en agravio de los pasajeros, nada se ha hecho porque en el edificio aéreo se cuente con una oficina de atención al turista nacional y extranjero, a través de la cual puedan interponer de manera formal alguna queja sobre el servicio que recibieron o bien por robo, de tal forma que se inicie un investigación inmediata.
La falta de una dependencia de este tipo ha ocasionado que estos delitos queden impunes, y que por el contrario sigan registrándose a diario desde el interior de los aviones, viéndose directamente involucrados desde operadores de vuelo, hasta los trabajadores de apoyo en tierra, seguridad privada y elementos federales asignados a los filtros.
Esta red que opera en el AIC, no sólo se ha extendido, sino que también abarca varias empresas de apoyo en tierra que son contratadas por las diversas aerolíneas, y lo peor es que éstas permiten que esto siga ocurriendo.
Lo anterior ocurre cuando autoridades de estas empresas descubren estos actos ilícitos por parte de sus trabajadores, a quienes despiden por obvias razones, sin embargo, al no ser boletinados entre el resto de las empresas ocasionan que éstos sean contratados en otras compañías de tal forma que esta mafia se extienda en agravio de un mayor número de turistas. (Fuente: Por Esto! de Quintana Roo)