CHETUMAL, MX.- Debido a la falta de un Consejo Regulador para la producción y comercialización del chile habanero en los tres estados de la península de Yucatán, la certificación de origen que se logro, de muy poco ha servido para impulsar esta actividad, reconoció el dirigente de los chileros, José Luis Sánchez Ciua.
Recordó que el pasado 11 de junio del 2010, se obtuvo la certificación de origen para el chile habanero para los tres estados que conforman la península de Yucatán, por parte del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI), logro que muy poco ha servido para los productores de los estados de Campeche, Yucatán y Quintana Roo, pues no se ponen de acuerdo de quien pudiera encabezar dicha junta, que sirva como mediador para que ninguna de las parte abuse de la certificación.
Y es que luego de 15 años de haberse iniciado este proceso, el 11 de junio del año 2010, se logro que el IMPI, reconociera el chile habanero como el tercer producto con denominación de origen, pero el primero en el país con características regionales ya que beneficia a Yucatán, Campeche y Quintana Roo.
Con la certificación de origen del chile habanero y la creación del Consejo Regulador este organismo debería de promover el respeto y promoción de esta marca ante la Organización Mundial de Propiedad Industrial (OMPI), convirtiéndose el chile habanero peninsular en un producto emblemático como el tequila.
Pero según José Luis Sánchez, reconoció que debido a diferencias entre los productores de los tres estados de la península, no se ha concretado un Consejo Regulador, que pueda ser el intermediario entre los productores del picante trayendo consigo la parálisis de la actividad para comercializarlo en otras partes del mundo.
A esto deben de agregarse otras consecuencias a la actividad, ya que no se tiene una cantidad importante de semilla criolla certificada que sirva como impulsora para poder sembrar una cantidad de hectáreas del picante entre los tres estados, en estos momento se tiene que comprar la semilla a la empresa Hidroponia Maya, la cual no es la que se certificó dentro del proyecto entregado al Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI). (Fuente: El Periódico)