ESPAÑA.- El mar revuelto que representa hoy en día el mercado inmobiliario de España se ha convertido en objeto de deseo por las grandes fortunas del mundo. Después de que Donald Trump y Wilbur Ross hayan manifestado públicamente su interés por el ‘ladrillo’ español, ha sido, finalmente, el mexicano Carlos Slim -considerado por la revista ‘Forbes’ como el hombre más rico del mundo en 2010, 2011 y 2012- el primero en dar el paso e irrumpir con fuerza en el agitado escaparate de activos inmobiliarios nacionales. El magnate ha comprado 439 inmuebles a Caixabank a través de su filial mexicana inmobiliaria Carso que él mismo preside.
La entidad española ha traspasado estas propiedades -destinadas a sucursales- a Slim por un importe de 428,2 millones de euros logrando unas plusvalías -antes de impuestos- de 200 millones, según ha informado Caixabank a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Tras la operación ‘sale and lease back’, la entidad financiera ha suscrito con la nueva empresa propietaria un contrato de arrendamiento a largo plazo con opción de compra en virtud del cual seguirá ocupando los inmuebles vendidos en calidad de arrendataria. (Fuente: Europa Press)