Trabajadores que no cobran su salario o prestaciones; servicios públicos deficientes y caída en las inversiones. Detrás de las carencias financieras que acusan decenas de municipios en el país –incluso algunas capitales estatales, como Cuernavaca–, hay una debilidad financiera estructural que a juicio de expertos internacionales es preocupante
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El deterioro de las finanzas municipales no es consecuencia de un ciclo económico adverso, como tratan de justificar los gobiernos locales, sino resultado de decisiones de política pública municipal, expuso Moody’s, una de las principales firmas de calificación de deuda del mundo.
Los gobiernos municipales han aprovechado la abundante oferta de crédito para contratar pasivos que garantizan con futuras participaciones estatales y federales. Sólo una cuarta parte de los ingresos de los municipios tienen una fuente propia, mientras que dependen de transferencias federales o estatales para financiar más de la mitad de su gasto, mostraron datos oficiales.
La deuda total de los gobiernos municipales en México llegó a 43 mil 646.5 millones de pesos, cantidad que superó en 158 por ciento a la registrada hace apenas cinco años, indicaron datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
El mayor incremento en los pasivos de gobiernos municipales se ha dado, en el último lustro, a través de emisiones de deuda en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), que son garantizadas a los acreedores con las aportaciones que esos mismos municipios recibirán en los siguientes años, ya sea de la federación o de los gobiernos estatales.
La deuda contratada por los gobiernos municipales mediante emisiones bursátiles pasó de 80 millones de pesos en diciembre de 2007 a mil 315.4 millones este año, un incremento de mil 544.25 por ciento, de acuerdo con datos de la SHCP.
Los pasivos de los gobiernos municipales con la banca comercial, según informes de Hacienda, crecieron en los últimos cinco años de 8 mil 517.1 millones de pesos a 21 mil 732.1 millones, lo que representó un incremento de 155.15 por ciento. Con la banca de desarrollo, la deuda aumentó de 8 mil 98 millones a 18 mil 283.9 millones, también en ese periodo, un repunte de 125.78 por ciento.
Sólo en el rubro de los pasivos contratados mediante fideicomisos, los gobiernos municipales, en el periodo mencionado, redujeron sus obligaciones financieras: de 206 millones de pesos en 2007 a 138.7 millones este año, una disminución de 32.6 por ciento.
Gastos al alza, los culpables
El incremento en la deuda de los gobiernos municipales está claramente relacionada con una disparidad entre el crecimiento de los gastos operativos y la disminución en el ritmo de captación de ingresos propios, indica Moody’s.
El crecimiento promedio de los gastos operativos de alrededor de 12 por ciento anual observado en los últimos cinco años ha generado un desequilibrio financiero estructural en los municipios mexicanos, lo cual es preocupante
, consideró la firma calificadora. Ello, abundó, en un contexto de estancamiento en el crecimiento de ingresos propios y una creciente demanda de más y mejores servicios públicos.
Mientras el gasto operativo crecía, los ingresos propios de los gobiernos municipales se contrajeron a una tasa promedio anual de 2.2 por ciento
El deterioro observado no es ocasionado por un ciclo económico adverso, sino por las decisiones de política pública municipal. Esta situación representa un elemento crediticio negativo en el sector, pues al disminuir su margen operativo, la capacidad de los municipios para desarrollar infraestructura se restringe, incrementando su dependencia del endeudamiento
, añadió Moody’s.
Del total de los ingresos de que disponen los gobiernos municipales, 72 de cada 100 pesos corresponden a participaciones y aportaciones federales; sólo 28 de cada 100 pesos están originados en fuentes propias.
El principal ingreso propio que pueden obtener los gobiernos municipales es el impuesto predial. Los municipios pueden por sí mismos tomar medidas en sus cabildos para fortalecer sus ingresos mediante una mayor recaudación de predial o de ajustes en impuestos para beneficiarse de una mayor flexibilidad financiera y de ingresos
, comentó a La Jornada María del Carmen Martínez, vicepresidente asistente y analista de Moody’s Investor Service.
De acuerdo con un estudio de Moody’s, la inversión pública de los municipios mexicanos representó una mediana de 24.8 por ciento de los gastos totales en 2011, nivel por debajo de otros países con menores necesidades de inversión calificados. Sin embargo, el rezago en infraestructura de México implica que los niveles de gasto en capital de los municipios mexicanos deberían ser mucho mayores. El debilitamiento en la generación de superávits operativos en los municipios mexicanos, condiciona el financiamiento de proyectos de infraestructura de gran impacto a la contratación de deuda
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Para Fitch Ratings, otra calificadora de deuda, en los pasados cinco años, el crecimiento del gasto operativo de los municipios ha sido muy superior a la dinámica de los ingresos, por lo que su flexibilidad financiera se ha deteriorado y los niveles de endeudamiento de largo y corto plazo tienen una tendencia creciente
. (Fuente: La Jornada)