El juez especial Miguel Vásquez, tras establecer los detalles del crimen, ha apuntado como ejecutores del homicidio a los tenientes Hugo Sánchez y Pedro Barrientos, este último residente en Estados Unidos.
El magistrado además ha identificado como cómplices a los ex oficiales Roberto Souper, Raúl Jofré, Edwin Dimter, Nelson Hasse y Luis Bethke, todos ya capturados.
El poder judicial informó en principio del procesamiento de siete personas, pero más tarde sumó otro nombre, por lo que finalmente los procesados son ocho.
Víctor Jara fue un intelectual comunista que apoyó el gobierno socialista de Salvador Allende (1970-1973), derrocado por el golpe militar del general Augusto Pinochet el 11 de septiembre de 1973.
El día de la asonada, Víctor Jara, autor de ‘Te recuerdo Amanda’ y ‘El cigarrito’, intentó resistir el avance militar junto a miles de estudiantes en la antigua Universidad Técnica del Estado, hoy Universidad de Santiago de Chile.
Los militares lo apresaron y sometieron a torturas continuas. Le rompieron las muñecas y golpearon el rostro con las culatas de sus armas hasta dejarlo deformado.
Último testimonio
“Canto, que mal me sales cuando tengo que cantar espanto”, escribió Jara en esas horas en un papel arrugado que otros presos lograron sacar del Estadio Nacional, convertido en campo de torturas.
El líder estudiantil Osiel Núñez ha relatado que el artista tuvo conciencia de que sería ejecutado cuando fue separado del grupo de presos y obligado a ir al subterráneo del estadio que hoy lleva su nombre.
“En ese momento lo miré a la cara y ambos supimos que lo iban a matar”, ha evocado Núñez. Durante el juicio, el conscripto Víctor Pontigo, ayudante de los oficiales acusados, también ha detallado ese momento.
“Yo llevé a Víctor Jara a declarar con los tenientes y después de unas tres horas escuché disparos, le pregunté al conscripto José Cáceres de dónde venían los disparos y me señaló que habían matado a Víctor Jara”, ha relato Pontigo.
Jara, cuyos temas inmortalizaron Joan Manuel Serrat, Mercedes Sosa y Pablo Milanés, entre otros, fue asesinado junto al militante comunista Litre Quiroga, director de prisiones.
El cuerpo de Victor Jara fue arrojado a una fosa común del Cementerio General, donde fue reconocido por un funcionario, quien alertó a su viuda, para que pudiera enterrarlo en secreto.
En 2009, la Justicia ordenó la exhumación del cadáver y pudo rendírsele tributo en su entierro definitivo.
El homenaje mayor ese día lo recibió el artista cuando su féretro llegó a la Pérgola de las Flores, a un costado del río Mapocho, donde un millar de personas, tras horas de espera, lanzó claveles rojos a su paso, en un acto de honor sólo reservado a los grandes chilenos.
“Víctor, eres de los que nunca mueres”, rezaba uno de los carteles presentes esa jornada en la que destacaban vestidos de naranja antiguos estudiantes de la Universidad Técnica del Estado que sobrevivieron a la dictadura. (Fuente: DPA)